El nombre del legislador Fernando Villavicencio (+) se convierte en un eslabón clave para entender los detalles del escándalo que involucra al colombiano Juan Pablo Jaramillo Dávila y que lo tiene como un posible nuevo protagonista del caso Metástasis. La red de corrupción, con Xavier Jordán y Jorge Henríques como protagonistas prófugos, se teje desde una acusación pública realizada por Villavicencio el 4 de junio de 2022 en su red social X.

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Desde entonces, los acontecimientos han tomado un giro sombrío: Leandro Norero, narcotraficante que dio origen al caso Metástasis, fue asesinado en prisión; Villavicencio fue atacado por sicarios tras un mitin político; Jordán está siendo buscado por Interpol y Jaramillo Dávila se encuentra al borde de ser incluido en la lista de sospechosos del caso Metástasis. La Fiscal Diana Salazar, el 8 de marzo pasado, solicitó fecha y hora para presentarle cargos por posible delincuencia organizada.

Jaramillo Dávila, un bogotano de 37 años, hasta entonces operando en el anonimato, vio expuestas sus actividades cuando Villavicencio compartió fotos suyas en compañía de Jordán y abrazando al prófugo expresidente Rafael Correa. 

A pesar de declararse en el Registro Civil como dedicado a la publicidad, sus ingresos provenían de la venta de insumos médicos, obteniendo contratos de manera cuestionable en hospitales como el Teodoro Maldonado Carbo, el Hospital de Los Ceibos y el Hospital General de Milagro.

Beneficiándose de contratos a dedo, convenios de pago y subastas inversas fraudulentas, Jaramillo Dávila enfrenta un juicio por posible peculado junto a Jorge Henríques, quien actualmente es buscado por Interpol. Uno de los contratos en cuestión, según un informe de la Contraloría, revela un sobreprecio del 31% en insumos médicos para el Teodoro Maldonado Carbo en 2018.

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En la audiencia preparatoria, el fiscal presentó pruebas de la relación entre Jaramillo Dávila y la compañía RUARTMY S.A., evidenciando que ambos oferentes compartían la misma dirección IP durante la subasta inversa electrónica. La falta de experiencia y requisitos básicos, sumado al presunto direccionamiento en la adjudicación, plantea serias dudas sobre la legitimidad de sus contratos.

Las conexiones de Jaramillo Dávila se extienden a casos como Metástasis y Purga. Su abogado, Xavier Novillo Arana, también defensor del narcotraficante Leandro Norero, figura en los chats recuperados de Norero, implicando a jueces y fiscales en casos de corrupción. Además, las conexiones con Xavier Jordán y Daniel Salcedo arrojan luz sobre una red más amplia de corrupción que involucra incluso a personajes políticos.

En 2021, la Contraloría descubrió el sobreprecio en los contratos de Jaramillo Dávila, quien fue procesado inicialmente y, tras apelar, su caso recayó en manos de jueces vinculados a casos de corrupción como Purga. La relación entre la justicia, la corrupción hospitalaria y los personajes involucrados sugiere una trama compleja que aún está por desenmarañarse.

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