Tenía un deseo especial para esta Navidad. Anhelaba festejar la fecha bien regia, pero en vez de cumplir aquel sueño, Sheyla Viviana Maffare Cedeño perdió la vida en un quirófano el martes y este jueves 3 de diciembre de 2020 fue sepultada en Quinindé, provincia de Esmeraldas.

En medio del dolor tras el último adiós a la joven, de 27 años, su familia espera que se determine y sentencie a los responsables de su muerte, pues se sospecha que fue víctima de una supuesta mala práctica profesional.

“Ella quería verse bien, lo único que deseaba era disfrutar Navidad y Año Nuevo de una forma distinta. Era su sueño hacerse la cirugía”, comentó apenado Eduardo Maffare, al recordar la ilusión de su ñaña porque le realicen una abdominoplastia.

El ‘enganche’ mortal

El hermano de la difunta mencionó que un hombre convenció a su allegada de que le practiquen la intervención médica en una clínica, ubicada en la ciudadela Los Rosales 2, en el norte de Guayaquil.

La familia mostró un video en el que dicho sujeto -a quien no conocían- mencionaba que Sheyla estaba lista para entrar a la sala de operaciones. Él la llama “mi paciente querida”, pero no vestía con indumentaria médica. Ella aparece sonriente, sentada junto al ciudadano.

“No sé dónde la conoció, pero él fue quien la enganchó a que vaya a esa clínica”, refirió Eduardo.

En tanto, la madre de Sheyla, Marori Cedeño, tiene los comprobantes de los pagos que hizo su hija. Incluso mencionó que la muchacha en principio iba a operarse en otra clínica, pero que luego se cambiaron los planes porque el servicio en aquel establecimiento era más costoso.

“Le decía que no se opere, pero no me hizo caso”, narró Marori, respecto a una de las últimas conversaciones que tuvo con la mayor de sus descendientes.

La progenitora explicó que las condiciones del quirófano donde tenían a Sheyla eran precarias. Ella tomó fotos del interior e incluso manifestó exaltada que allí no contaban con un tanque de oxígeno.

Cierre municipal y estatal

El miércoles, la Alcaldía clausuró la clínica porque no contaba con patente municipal ni con tasa de habilitación. Este jueves, la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) colocó otro sello de clausura.

Juan Pinto, director zonal de procesos sancionatorios de Acess, dijo que el lugar tenía una mala gestión de desechos sanitarios y que no tenía permiso de funcionamiento desde 2017.

Al cierre de esta edición, la Fiscalía informó en Twitter que un fiscal acudió a las instalaciones, donde “varios pacientes se encontrarían retenidos”.

Cómo se tratan los desechos

Según el reglamento de gestión interna de residuos en establecimientos de salud, se debe contar con recipientes y fundas negras en puntos de generación de desechos comunes y residuos aprovechables y en servicios higiénicos.

Los desechos biológico-­infecciosos van en envases rojos rotulados, con el símbolo de riesgo biológico. Las fundas deben ser mayores a la capacidad del envase y deben llenarse hasta tres cuartas partes.