Inhabitable, así concluyó el Municipio la inspección que realizó a la vivienda donde se produjo una explosión, por una aparante acumulación de gas doméstico. El hecho ocurrió la mañana del jueves 10 de febrero de 2022, en la ciudadela El Cóndor, en el norte de Guayaquil, lo que dejó 3 personas fallecidas y 4 heridos leves.

Personal de la Dirección de Gestión de Riesgo y Cooperación y un equipo de Evaluación de Daños y Análisis y Necesidades (EDAN) realizaron una evaluación técnica de la estructura del inmueble de dos plantas, en cuya parte baja funcionaban tres locales comerciales. En la planta alta habían departamentos.

 Miguel Peralta, miembro de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG), detalló que la parte estructural no presenta daños en pilares, vigas y losa, pero por la explosión las paredes se han desnivelado.

“La explosión es en planta baja, en donde hay daños en paredes, que se encuentran cuarteadas y pueden caerse. En el segundo piso, la parte arquitectónica presenta daños, las paredes se han caído y otras han sufrido colapso. Esta vivienda no es habitable por lo que se comunicó al dueño sobre la demolición de las paredes inestables”, informó Peralta.

La onda expansiva ocasionó daños en la estructura de tres vehículos, según confirmó Christian Huerta, jefe de la Primera Brigada de Bomberos. 

Además se reportaron daños en otras cinco viviendas.En un nuevo comunicado, el Municipio informó que tras la inspección técnica se determinó que la escalera y la planta del primer piso se encuentran desniveladas, mientras que la losa del segundo piso presenta fisura y filtración de agua.

Luego de la inspección, delegados de Justicia y Vigilancia clausuraron los tres locales, en dos de los cuales trabajaban Néstor Humberto Pacheco Franco y María Margot Claret Mosquera, de 49 años y de nacionalidad colombiana, quien estaba en el restaurante donde se originó la explosión. "Me la recomendaron y me pareció una buena mujer, por eso le di trabajo (...). Su cadáver quedó junto a la cocina", dijo María Holguín, propietaria del negocio.

La tercera víctima fue Jorge Washington Asencio Pérez, quien se dedicaba a cuidar los carros que se parqueaban en el sector. También resultó herido un perro. Una tragedia que conmocionó a los vecinos, quienes hasta ayer no dejaban de llorar por lo ocurrido.

Este 11 de febrero, delegados de Justicia y Vigilancia retiraron a recicladores que habían ingresado al inmueble tras romper los sellos de clausura municipales y del Cuerpo de Bomberos.

Se infomó además que los ocho miembros de las familias que habitaban el inmueble permanecen en hogares acogientes y les fue entregada asistencia humanitaria con kits de alimentos, higiene y limpieza personal. Mientras, psicólogos del CBG brindan apoyo emocional a los familiares de las personas fallecidas.