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El gracioso can reposa ajeno a la tormenta mediática que ha generado su caso.cortesía

Clamor popular por Coco, un perro europeo retenido en un aeropuerto argentino

En redes sociales se ha desatado una batalla a favor del can que está bajo la posibilidad de ser deportado por no contar con la vacunación requerida.

Coco, un perro de un año y medio, desató este jueves un verdadero clamor popular en las redes sociales luego de que quedara retenido en el principal aeropuerto de Argentina, bajo la posibilidad de ser deportado por no contar con la vacunación requerida.

"Liberen a Coco" se volvió una de las principales tendencias este jueves en Argentina en Twitter luego de que se difundiera la noticia de que el servicio sanitario argentino resolviera no dejar ingresar al can por no contar con un certificado veterinario internacional y tener vencida la vacunación antirrábica.

El perro había llegado este miércoles al aeropuerto de Ezeiza, el principal de Argentina, desde Hungría, con una escala intermedia en Colombia.

El animal viajó junto a su dueño, Franco Gavidia, un jugador argentino de balonmano que jugó en el Antequera español hasta enero pasado, cuando fichó para el húngaro SBS Eger.

Previamente, el jugador estuvo en el Torus Gdansk, de Polonia, donde su pequeña hija -que ahora vive en Argentina- adoptó a Coco, según contó Gavidia a medios locales.

El deportista, de 30 años, decidió dejar Hungría luego de que en ese país se declarara el estado de emergencia ante la amenaza que supone la guerra en Ucrania.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) del país suramericano informó en un comunicado que el can llegó sin su certificación sanitaria y sin la protección antirrábica correspondiente.

El servicio sanitario puso al perro en custodia dentro del aeropuerto con vistas a realizar los trámites para su retorno al país de origen.

Según el Senasa, "la responsabilidad primaria en este caso compete a su dueño y a la compañía aérea, que lo trajo desde España a Argentina, con escala en Colombia".

De acuerdo con el servicio sanitario, el microchip (identificación individual de la mascota) de este animal, donde se encuentran cargados todos sus datos sanitarios, corresponde a Hungría.

La reacción popular en redes sociales -incluyendo una campaña en la plataforma Change- podría ser clave para revertir la inminente deportación de Coco.

Según Gavidia, el servicio sanitario finalmente ha resuelto aplicarle la vacuna necesaria al pequeño can y dejarlo en cuarentena el tiempo necesario, algo que el Senasa no ha confirmado de momento.

"Agradezco a todos los que me han ayudado. Para mí, Coco es un miembro más de mi familia", dijo el deportista en declaraciones al Canal 13 de la televisión argentina.

Gavidia reconoció que la vacuna se había vencido hace nueve días, pero alegó que no verificó la documentación por la premura con la que decidió dejar Hungría.

Contó que entró en pánico cuando, estando en Ezeiza, escuchó al personal sanitario y de una aerolínea comentar que Coco sería enviado a Colombia y que allí probablemente sería encerrado por no tener vacuna y luego sacrificado.