Con el sonido de la bocina, don Pedro convocó a los dirigentes y habitantes de La Moya para recibir los protocolos de bioseguridad aplicables para la reactivación del turismo comunitario. Esta población rural de Riobamba está ubicada en las faldas del Chimborazo y es cuna de las y los primeros hieleros del volcán.

La Moya alberga a más de 45 familias que vieron en su cultura y cosmovisión una forma de incrementar sus ingresos a través de compartir sus saberes en medicina, gastronomía, tradiciones y costumbres; además, han logrado registrar los remedios puruhaes más efectivos para la vida diaria.

Hay un museo dedicado al oficio ancestral de los hieleros, actividad que está a punto de desaparecer. Los comuneros capacitados sirven de guías para recorrer las antiguas rutas hasta las minas de hielo, en la parte alta del nevado.

Sus mujeres, en tanto, se dedican al tejido de prendas de vestir en lanas de camélidos, con técnicas aprendidas de sus ancestros. Antes de la pandemia esas artesanías eran vendidas a los turistas en las afueras del museo.

La gastronomía también formaba parte del emprendimiento: mellocos, habas y maíz, así como el cuy y el borrego son sus platillos principales.

Para el alojamiento está el hotel Urkukunapak Wasi (Casa de las montañas), construido al estilo andino.

Con la llegada de la pandemia el proyecto quedó paralizado. “Tuvimos que regresar a la agricultura, a nuestro ganado, muchas de nuestras warmis (mujeres) se dedicaban a estos emprendimientos, pero a la falta de turismo regresaron al azadón. Esperemos que con estas capacitaciones podamos brindar las debidas seguridades para recuperar nuestros emprendimientos”, opinó Olmedo Cayambe, presidente de Cordtuch, corporación que agrupa a las comunidades que ofertan el turismo comunitario.

El Municipio de Riobamba, a través de la Dirección de Gestión de Turismo, conjuntamente con la Coordinación del Mintur Zonal 3 y la Certificadora Internacional TourCert Travel for Tomorrow, realizaron los protocolos de bioseguridad y el cronograma de las próximas capacitaciones con la finalidad de que se implementen los procesos de seguridad y calidad, garantizando así la prestación del servicio turístico.

“Hemos realizado un trabajo en conjunto con actores de comunidades nativas de Ecuador, Bolivia y Perú. El objetivo es garantizar la salud de prestadores y visitantes, convirtiéndolos en lugares seguros; en julio lo entregamos al Ministerio de Turismo y han sido avalados”, señaló Verónica Muñoz, representante de Tourcert.