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Las mujeres ahora son expertas en la preparación de platos a base de la centolla.Alejandro Giler / EXTRA

Centolla, la ‘estrella’ de Las Piñas

Este sector de Manabí promociona el turismo a través del crustáceo. Los habitantes organizan eventos, como ferias, para motivar a los turistas. 

Desde las profundidades de Las Piñas, un pequeño cónclave marino bañado por el Océano Pacífico, en la parroquia San Lorenzo, zona rural de Manta, provincia de Manabí, emerge la centolla.

Este curioso crustáceo, cuyo tamaño suele sobrepasar los 60 centímetros, es un marisco apetecible e irresistible que se ha convertido en la carta de presentación del sitio.

“Del mar a su mesa”, es una frase popular que se hace eco en este poblado manabita, bendecido por la brisa de las olas que bailan mansas con el viento. Aquí es posible ver llegar el producto desde altamar y minutos después tenerlo servido en un plato para degustarlo de diversas maneras.

La centolla es el crustáceo sensación en la zona, pues se ha convertido en un imán de atracción para los turistas nacionales y extranjeros. A través de ferias y actividades turísticas se promociona este cangrejo migratorio.

Diversidad culinaria

“A la hospitalidad, traducida en la atención que reciben quienes nos visitan y que caracteriza a los manabitas como buenos anfitriones, se suma la deliciosa gastronomía que con la centolla preparamos”, destaca Luz Conforme, propietaria de una cabaña restaurante.

Los turistas tienen la oportunidad de conocer más sobre el crustáceo.Alejandro Giler / EXTRA

La lugareña, de 71 años, muestra de qué manera el carapacho de esta especie es usado como olla para la cazuela, una deliciosa mezcla de verde, maní y mariscos, acompañada de arroz, ensalada, constituyendo un plato típico de la provincia, pero con el toque singular que ofrece el marisco.

“Este producto es fresco, del momento. A la centolla debemos lavarla, cepillarla, cocinarla y posteriormente realizamos la preparación que queramos, con secretos ancestrales que tenemos vigentes. La centolla se come toda, menos la concha (parte central), porque toda su contextura es pura carne”, explica doña Luz.

El chef Álvaro Logroño, en coordinación con el Municipio de Manta y la Armada, capacitó a las mujeres de la zona para que actualicen sus conocimientos, los pongan en práctica y consoliden a la centolla como elemento turístico y gastronómico.

“Es un crustáceo versátil, que puede tener varias preparaciones. Es un producto que se presta para actuar con creatividad e ingenio, con base en preparaciones ancestrales”, dice este experto culinario.

Eliza Reyes, otra nativa de Las Piñas, mostró un cebiche de centolla, preparación que asegura que le toma cinco minutos, una vez que tiene lista la carne del crustáceo. “Este es nuestro producto estrella. Viene con patacones o chifles, porción de arroz y lo acompañan por lo general otros mariscos”, detalla.

Afrodisíaco

Cristóbal Reyes, habitante de la zona, asegura que una de las propiedades de este producto es que tras consumirlo, dota de energía y vigor. Mientras muestra una centolla, afirma que “hasta los muertos se levantan y quienes no han procreado aún, con este crustáceo es seguro que tendrán herederos”, señala sonriente.

“La centolla es algo inigualable, su sabor supera al del cangrejo. Es un producto rico y saludable, se lo puede comer cocinado, se saca la carne y con limón se lo baña para degustarlo”, recalca.

Se busca posicionar a Las Piñas como punto turístico.Alejandro Giler / EXTRA

Es tal su importancia que en el lugar se construyó ‘El Paradero de la Centolla’, una estructura rústica que brinda información del sector y de esta especie.