Cuatro hombres son los sospechosos de haber violado a Emma, en agosto del año pasado, en el sur de Quito. Ahora son ‘cazados’ por la Policía. La víctima habría sido sedada mientras estaban en una reunión y luego la habrían ultrajado.

Uno de los sujetos fue detenido en junio de 2021. Era el implicado principal, pero se fugó de la cárcel de Latacunga durante un motín. La defensa de la víctima se enteró la semana pasada. Y nadie sabe de él hasta ahora.

Pero... la tarde del martes, en una entidad pública, ubicada en el centro de la capital, agarraron a otro de los implicados. Trabajaba como guardia de seguridad.

Un informante dio con su paradero. Horas después, los agentes de la Unidad Nacional de Investigación Contra la Integridad Sexual (Uncis) armaron un operativo y se desplazaron hasta la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas para capturar a otro de los implicados.

Este habría viajado por unos días a esta localidad por situación de trabajo, según la Policía.

La tarde de ayer se realizó la audiencia de formulación de cargos en contra de estos dos sujetos y el juez ordenó prisión preventiva para ambos. 

Uno de ellos es peligroso

Orbe afirmó que los operativos de captura los hicieron luego de que se enteraran de que el principal sospechoso de la violación se había fugado de la prisión, cuando se registró un amotinamiento en las cárceles del país. Durante ese evento se escaparon más de 100 reos, de los cuales han recapturado a más de la mitad.

Orbe se enteró de este particular la anterior semana y se preocupó por su defendida porque “estuvo expuesta por meses de recibir represalias del acusado”.

La jurista impulsó acciones para que desde el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) notificaran la fuga del sospechoso, pero, según ella, no hay respuesta. “Incluso, la jueza solicitó bajo prevenciones de ley que el centro penitenciario informe del percance”, pero nada.

La abogada explicó que luego del delito, en agosto, no hubo avance en la investigación hasta junio de este año que cayó detenido el principal sospechoso, pero por el delito de suplantación de identidad. El sujeto, al parecer, se estaba haciendo pasar por policía.

Él iba a la Fiscalía a comparecer por este proceso y fue entonces cuando se enteró Orbe de que había aparecido. Un día de esos se armó un operativo y lo llevaron a Latacunga.

La jurista afirmó que el sujeto pertenecería a una banda delictiva en la que supuestamente este sería uno de los más ‘pesados’. Esto porque cuando entró a prisión fue “bien recibido” por los otros reos “a pesar de que en casos de violación otras suelen ser las condiciones”, dijo la abogada.

Por el momento buscan al sujeto y al cuarto implicado para continuar con el juicio. Mientras tanto, la víctima no quiere salir de casa y esperan que se active, desde la Fiscalía, el programa de protección para testigos y víctimas.

Un trago de licor y ‘borró cassette’

La noche en la que ocurrió la agresión, Emma fue a la casa de una amiga a retirar ropa. En ese mismo sitio habrían estado los sospechosos bebiendo licor. Uno de ellos les habría ofrecido y ellas aceptaron.

Luego de que Emma bebió el primer trago se le borró la memoria. Horas después se despertó desorientada y al momento de irse a la casa de un amigo en taxi se percató de que tenía sangre en sus partes íntimas y que le habían cambiado de ropa.

Se omitieron los nombres de los implicados porque así lo solicitó la abogada de la víctima, para que no se entorpezca la investigación.