Este 16 de enero se podría terminar el martirio judicial que vive la familia de un niño de cinco años, quien fue asesinado de una manera atroz. El juicio en contra de Eduardo, de origen venezolano y padrastro de la víctima, está previsto para este jueves 16 de enero, luego de suspenderse desde el 2 de diciembre del año pasado.

Desde esa fecha se receptaron versiones de investigadores y allegados al pequeño, quien fue localizado desmembrado e incinerado dentro de una funda plástica guardada en una casa de La Recoleta, centro de la capital.

Una de estas se registró en la Judicatura el 7 de enero de este año y la del propio Eduardo, quien no se ha atribuido el crimen, pero sí dio detalles de cómo conoció a la madre del pequeño.

Sin saberlo, el infierno para Sully y sus dos hijos de 7 y 5 años empezó el 11 de septiembre de 2021, cuando Eduardo la vio por primera vez afuera de un centro comercial del norte de Quito.

El implicado aseveró que la joven, actualmente de 23 años, estaba con su esposo, quien es el padre de ambos chicos. “Ella me pidió trabajo para vender servicios de internet”, dijo el imputado durante el juicio.

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El martirio de la familia del niño desmembrado en Quito

Con el paso de los días, Sully frecuentaba la casa de Eduardo, de 46 años, y se hizo amiga de la esposa del procesado, quien contó que el 21 de septiembre de ese año la joven pidió ayuda. Había llegado hasta el domicilio, llorando, porque había discutido con su marido.

“Esa noche durmió en mi departamento y comenzamos como amantes. De esa manera nos vinculamos sentimentalmente”, narró el procesado, que con el pasar del tiempo consolidó esa relación, de la que nació un bebé.

Si bien no se detalla en qué momento Sully y su marido terminaron, un tío del niño asesinado comentó que ella, los muchachos y Eduardo vivieron en un domicilio de Monjas, sur de Quito, hasta mediados de 2022, periodo en el que la familia de Sully no la volvió a ver.

En julio de ese año, los parientes de los desaparecidos pusieron la denuncia para localizarlos. “El señor (Eduardo) presentaba a la joven (Sully) con el nombre de Mafer. Él aseguraba que ella era su hija y que el bebé era su nieto”, reveló una allegada que conoció a esta familia.

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El siguiente domicilio fue una casa de la avenida Pedro Vicente Maldonado, sector La Recoleta, centro de Quito. Allí, Sully con sus tres hijos sufrieron constantes agresiones.

El suplicio llegó a su fin cuando la joven pidió ayuda, porque Eduardo la estaba golpeando, en diciembre de 2023, luego de preguntarle dónde estaba el niño de cinco años. El implicado había salido con el infante con el pretexto de hacerle cortar el cabello, pero cuando regresó lo hizo sin la víctima. La policía llegó al domicilio y resolvió dos casos: la desaparición de esta familia y el asesinato de la criatura.

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