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Por el caso de delincuencia organizada fueron detenidas 32 personas entre policias y funcionarios encargados de impartir justicia.ANGELO CHAMBA

Caso Metástasis: Las sospechas de Luis Barrios sobre el general detenido

El sacerdote que fue parte del proceso de paz penitenciaria sostiene que "el silencio también los hace culpable"

El sacerdote Luis Barrios, experto en psicología criminal y quien fue parte del proceso de paz penitenciaria en el gobierno de Guillermo Lasso, respondió varias inquietudes planteadas por este Diario con respecto a la detención de altos mandos policiales e incluso de personas encargadas de impartir justicia.

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- ¿Cómo era su relación con el general Pablo Ramírez, quien fue director del SNAI y es parte de esta investigación?

- Pablito no era mi amigo, siempre estábamos peleando. Yo pedía transparencia en el SNAI y todo lo que se veía adentro era una corrupción. Yo me decía: “Él tiene que ser parte de esta vaina”. Cuando Los Tiguerones le hicieron la acusación en Esmeraldas de que le habían dado 700 mil dólares a él y 300 a Claudia (Garzón, quien también conformó la Comisión de Pacificación de cárceles), ninguno dio explicaciones. Me sorprendía que los líderes de las organizaciones, como Fito y Junior, tuvieran facilidades para eliminar a otros grupos.

- ¿Qué contenía el informe que su comisión entregó al Gobierno?

- Nosotros lo dijimos bien claro. Esto de decir que toda la cuestión de armas, drogas y masacres es solo cuestión de las personas privadas de libertad, no era así. Aquí hay un aparataje que incluye a personas del Gobierno que se estaban beneficiando con miles de dólares que se movían semanalmente.

El sacerdote de origen puertoriqueño fue parte del proceso de pacíficaión de cárceles.Archivo EXTRA

- ¿Por qué en su momento habló de desaparecer el SNAI?

- Debería desaparecer y crearse una institución que esté controlada por gente que no tenga trasfondo militar o policial, sino por psicólogos y trabajadores sociales. Las cárceles son como una finca privada de estos uniformados, que para lucrarse dejan entrar droga, armas, medicinas. Yo fui testigo de esto y me tocó intervenir. Afuera el control era de los policías y militares; adentro del SNAI. No puedo decir que todos eran corruptos, pero el 15 o 20 por ciento brega con la corrupción, el otro 80 por ciento miraba a un lado. El silencio también los hace culpables. ¿Por qué tenían que proteger a criminales?

- ¿Cree usted que se puede acabar con la corrupción en un país donde altos funcionarios han sido comprados por las mafias?

- En Ecuador hay ley, pero no orden, disponibilidad y voluntad. El problema tiene solución, pero se necesita gente con voluntad. Todo lo ocurrido puede ser una pantalla para entretener al pueblo, para hacerle creer que ahora se va a trabajar con los procesos de justicia como debe ser. (AEB)

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