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Caso Mauricio Crizón: sus alumnos lo recuerdan como un docente dedicado a la ciencia
En su facultad lo extrañan. Solía dar clases de laboratorio y pensaba especializarse en Japón. Sus restos fueron enterrados en el norte de Quito
Los alumnos de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Central de Quito estudian ‘a medias’.
Los jóvenes están en exámenes bimestrales, pero no pueden concentrarse luego de que se enteraran de que uno de los técnicos docentes que les enseñaba fue hallado sin vida.
El ingeniero Mauricio Crizón desapareció el 15 de febrero y doce días después sus familiares encontraron su cadáver en la morgue. La policía les dijo que el cuerpo del académico, de 31 años, fue hallado en estado de putrefacción en el sector de Guangate, al nororiente de la capital.
Familiares y amigos cercanos estuvieron el miércoles 1 de marzo en el entierro en un cementerio del norte de la ciudad. Mientras tanto, en el laboratorio y aulas en las que daba clases Crizón los universitarios seguían desconsolados.
Willian Torres señala un cuarto con un letrero que dice Laboratorio de Biotecnología Vegetal y dice: “el ‘inge’ (Crizón) solía pasar metido ahí. Era muy inteligente y dedicado”.
El alumno de noveno semestre recuerda que Crizón era técnico docente de otros profesores, es decir, solía ayudar a los jefes de cátedra a impartir clases, sobre todo, las prácticas.
Recuerdos
Patricio Carrasco recibió la materia de biotecnología con Crizón. Recuerda que las clases que más le gustaron era sobre los fertilizantes en laboratorio y el crecimiento de las plantas en distintos ambientes. “Nos ayudaba a sacar el ADN. El ‘profe’ era muy dedicado e inteligente en esta rama”.
Y no es para menos. En su cuenta de Facebook, Crizón solía compartir memes y hacía bromas respecto a la genética de las plantas. Incluso, la foto de su portada es una flor en un tubo de ensayo lista para ser analizada genéticamente.
Marisol (nombre protegido) estuvo en la clase de microbiología impartida por Crizón y dice que era muy estricto al momento de enseñar. “Era metódico y muy didáctico”.
La joven, de séptimo semestre, añade que el ingeniero solía ser muy reservado y solo lo veía cuando salía a almorzar. En alguna ocasión que hablaron, Crizón le había dicho que estaba preparándose para estudiar una especialidad en Japón. “Era muy joven. A veces lo confundíamos con otro estudiante”.
La autopsia reveló que la causa de la muerte del ingeniero habría sido por precipitación, pero todavía se indagan los últimos pasos de Crizón y hacia dónde se dirigió luego de la última vez que lo vieron saliendo del campus.