Para Virginia Muñoz Toro, la versión que hace doce días dio su yerno, Luis Javier Hermida Núñez, en cuanto a la forma en que habría ocurrido la muerte de su esposa Lisbeth Baquerizo Muñoz, carece de coherencia y veracidad.

En el documento de cuatro páginas escrito en computadora y firmado supuestamente por el sospechoso de femicidio, revela que el crimen fue cometido por tres personas que llegaron a su domicilio para comprar suplementos vitamínico y unos implementos de ejercicio que guardaba en su domicilio, en la urbanización Puerto Azul, de la vía a la costa.

Muñoz sostiene que no cree en el supuesto testimonio del sospechoso y que todo se trataría de un invento para burlar el hecho que ocurrió el pasado 21 de diciembre.

“Cómo es posible que ahora, casi cinco meses del asesinato de mi hija, Luis Hermida mande una carta que ni siquiera fue escrita de su puño y letra, diciendo que a mi niña la mató un tal Fito Vera. Me parece la actitud de un cobarde, que no merecía el amor que mi hija sentía por él”, manifestó.

En el documento, que fue entregado por el abogado del acusado a la fiscal Yoli Pinillo, quien investiga el caso, Hermida cuenta que a las 17:00 de aquel día recibió la visita de Vera, quien estaba acompañado de otras dos personas.

“Dice que fueron a venderle suplementos de proteínas y que ya dentro de la casa, el tal Fito lo amenazó con un arma de fuego, luego entraron los otros dos hombres y que cuando mi hija bajó las escaleras y se percató de lo que estaba ocurriendo, también la amenazaron. Este señor (Hermida) ha sacado la muerte de mi hija de una película de Steven Spielberg”, expresó Muñoz.

En la carta a la que EXTRA tuvo acceso, el acusado de femicidio manifiesta que a su esposa la mataron de un fierrazo y que a él le dieron un cachazo en la cabeza.

“Fito le dijo al otro tipo que se quedara vigilando a mi esposa, ella estaba sentada en un mueble de la sala, yo subí con Fito al cuarto porque guardaba el dinero en los bolsillos de la ropa que tenía en el armario, escuché un grito de mi esposa y al salir del cuarto hacia la escalera, apuntado por Fito, mi esposa estaba en el piso y le salía sangre de la cabeza”, habría redactado Hermida.

En la segunda página, menciona que Fito lo obligó a callar el crimen de Lisbeth, amenazándolo con matarlo y acabar con su familia.

“Nadie quería que pasara lo de tu mujer, pero ya está, no hagas más grande el problema, te vamos a estar vigilando, lo mismo le puede pasar a tus viejos y a tus hermanos si hablas, dentro de tus locales está el sapo que te regaló”, indica la supuesta amenaza.

En la última página, Hermida explica que huyó del país porque pensó que la familia de Lisbeth iba a tomar venganza, ya que lo creen el responsable de su muerte.

“A mí me han pintado como si fuera un monstruo, un abusador, un mal esposo y eso es mentira. Jamás le toqué un cabello a mi esposa, tuvimos una relación de 13 años. Ella era mi amor, yo vivía para mi esposa, mi familia”, resume la misiva.

Informe forense

Para el padre de Lisbeth, Mario Baquerizo, su yerno trata de manipular y hacer creer que es inocente. “Él no contaba que había un examen genético forense, el cual se incorporó al expediente y en este se establece que la sangre en las uñas de la mano izquierda de mi hija, corresponde a un perfil genético masculino”.

Silvio Enríquez, abogado de la familia Baquerizo Muñoz, reveló que la última semana de abril, Nancy Núñez, la mamá de Luis Hermida y su hermano menor aceptaron entregar muestras de sangre para demostrar que no estuvieron en el lugar de los hechos y que esas muestras fueron comparadas con la sangre hallada en la mano izquierda de la víctima.

“Se estableció, por medio del examen, que existen una similitud genética, es decir, con cualquiera de los hijos de la señora Núñez, pero el único hijo que tuvo antes de que Lisbeth fuera asesinada es su esposo, el señor Luis Hermida Núñez”, aseguró el defensor.

Dos procesos

Femicidio y fraude procesal

Por la muerte de Lisbeth hay dos procesos: femicidio y fraude procesal. En el primero de los delitos son investigados Luis Hermida, en el grado de autor; y Marlon Eras y Richard Anzoátegui, como cómplices.

Mientras que por fraude procesal hay siete procesados: su suegro Bolívar Hermida; su esposo, Luis Hermida Núñez; el cuñado, Miguel Ángel Hermida; la suegra, Nancy Núñez, Marlon Eras, médico que habría alterado el informe de las causas de la muerte, y Roland Josué Eras, hermano del médico.