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Amigos y familiares de Katherine Cingaña acudieron al velorio que se realizó en la casa donde vivía, en la Ferroviaria, sur de Quito.ANGELO CHAMBA

Caso Katherine Cingaña: Parientes de víctima aseguran que el sospechoso los manipuló

Se sienten engañados por el policía, quien les habría dicho que le dieron el pase a Guayaquil, pero se quedó en la capital para maquinar el crimen.

Antes de cerrar el féretro en donde reposaba el cadáver de Katherine Cingaña, sus familiares colocaron el uniforme y el casco que ella utilizó mientras trabajó en el Municipio capitalino.

La mujer, de 28 años, murió luego de ser baleada por su pareja, el cabo de Policía Jonathan Traves, la tarde del miércoles 3 de mayo.

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El sospechoso es investigado por el delito de femicidio y permanece en la Cárcel 4, en el norte de Quito, hasta que termine la instrucción fiscal.

Mientras tanto, la familia de la víctima reúne las pruebas necesarias para demostrar que Katherine sufría maltrato físico y psicológico del policía.

Uno de los hechos que les tiene consternados es que, según algunos parientes de la joven, Jonathan los engañó.

Ruth Quimbita, prima de la víctima, mencionó que el uniformado les habría dicho que le dieron el pase a Guayaquil y que viajaría el lunes 1 de mayo.

Esto les había tranquilizado un poco porque creían que el cabo no se acercaría a Katherine para amedrentarla en el trabajo o amenazarla de muerte si no regresaba con él, luego de que ella se separó de él.

Hasta el padre de la joven, Franklin Cingaña, se despidió del policía y le deseó lo mejor en su nuevo puesto. “Nos manipuló a todos”.

Sin embargo, el presunto femicida no viajó y se quedó en la capital, supuestamente, maquinando lo que iba a hacer. Al parecer, les mintió a los familiares para que pensaran que su pareja no correría peligro, pero no fue así.

Franklin Cingaña, padre de la víctima, cuida a su nieto que quedó en la orfandad.ANGELO CHAMBA

El general Víctor Herrera, comandante de Policía de Quito, mencionó que —en el momento del crimen— el implicado debía estar trabajando, pero de acuerdo a los eventos que se indagaron, “tiene un informe por abandono de servicio”.

El cabo trabajaba en la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Orden Público.

Advertencia

Mabel Castro, compañera de trabajo de Katherine, comentó que en una ocasión, ella y otros obreros vieron que la mujer vino con un ojo morado y algunos rasguños en su rostro. Le preguntaron sobre la situación, pero ella no les dijo nada.

“Yo le decía que no se dejara maltratar. Que sea fuerte y lo denuncie”.