La liberación de la familia de Adolfo ‘Fito’ Macías, supuesto líder de Los Choneros y prófugo de la justicia, puede interpretarse de diferentes maneras. Así lo consideran dos expertos consultados por EXTRA, luego de que los parientes de Fito fueron expulsados desde Argentina, este 19 de enero, llegaran a Guayaquil y se fueran a bordo de carros blindados.

Según Mónica Palencia, ministra de Gobierno, no había cargos criminales por los cuales imputarles a los familiares de Macías, quien estuvo en la Cárcel Regional de Guayaquil hasta el 7 de enero de este año.

Para Carlos Blanco, coronel de la Policía en servicio pasivo y analista en temas de seguridad, esta liberación no debe ser considerada como una debilidad ni tampoco un show el tema de la expulsión. “Recordemos que fue una decisión soberana del gobierno de Argentina de mandar a personas que no son bienvenidas”.

Blanco coincide con Palencia porque si no hubo cargos en contra de los parientes de Fito, no había razón para retenerlos. “Creo que esto no deja mal parado al gobierno de Daniel Noboa, sino que lo fortalece más. El hecho de que estas personas hayan buscado refugio en otro país significa que tienen miedo de las acciones que se están tomando”.

En lo referente a un posible ataque armado a órdenes de Fito, Blanco explica que debe tomarse en cuenta algo muy importante: que al prófugo se le ‘jodieron’ los planes que debía tener con su familia en territorio argentino.

“Podría darse un ataque armado como lo que ocurría en Colombia en la época de Pablo Escobar, cuando las autoridades inmiscuyeron a sus familias. Pero si Fito está fuera del país, eso muy difícilmente se concretaría”, acota el oficial en servicio pasivo.

Apoyo de toda la región

Y justamente este episodio es el que recuerda Néstor Rosanía, analista político e investigador en conflictos armados de Colombia, en su conversación con EXTRA.

“Es una forma de presionar a los capos con su familia y es una estrategia histórica aquí en Colombia, algo que se usó para que ocurriera la caída de Pablo Escobar. A partir de ahí, se construyó todo un sistema de Inteligencia para dar con él”, refiere el especialista.

Para Rosanía hay un factor importante que tiene Ecuador y no le permite debilitarse tan fácilmente con la liberación de la familia: el apoyo de toda la región en la lucha contra el terrorismo.

“Es un buen momento político porque la región sufre los rigores de esta delincuencia. Hay un respaldo frente a un fenómeno que todos sufrimos”, precisa el especialista.

Pero sí hay algo que la gente debe tener claro y es que si Fito cae, eso no significa que la violencia acabará. “Siempre habrá alguien que lo reemplace. Habrá estructuras nuevas que surgirán”. Ante ello, el Gobierno debe tener claras las estrategias para este combate.

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