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¡Carlotita le sonríe a la vida con sus 110 años!
Una mujer tiene más de un siglo de vida en un reciento del cantón Mocache, provincia de Los Ríos. Ella contó a EXTRA su experiencia de vida.
Sus arrugas se han forjado con el paso de los años. La fortaleza que la caracteriza, con el trabajo del campo y el hogar. Pero su risa, esa que enamora y contagia a todos, esa risa es de siempre.
Así, con alegría y llena de cariño, doña Carlotita recibe a todos sus visitantes en su humilde hogar. María Carlota Santana Álava, de 110 años, es una mujer llena de experiencia y felicidad.
EXTRA la visitó en su casa y, claro está, su sonrisa nos ‘abrió las puertas’. Sentada sobre un mueble ubicado en la sala del domicilio de uno de sus hijos, empieza a recordar con añoranzas sus historias de vida.
Con algo de tristeza, recuerda que su padre fue la única persona que la llamaba con ese nombre, Carlotita. Aquello la hace poner un poco sentimental. Hace una pausa y se sumerge en el recuerdo.
Lo que también la llena de melancolía es recordar que tuvo diez hijos, de los cuales seis eran mujeres, pero lamentablemente todas ya murieron.
Sin embargo en la vida de la anciana no solo hay tristezas sino también alegrías y dos de esas son hablar de lo mucho que le gusta: comer y bailar. Y suelta una agradable carcajada.
Y justo en medio de la conversación salta una duda ajena. Uno de los presentes pregunta cómo hacer un seco de gallina. Sorprendida, responde: “¿usted no sabe prepararlo? ¡Vaya, pues! Se hace un refrito con cebolla, tomate, pimiento, luego se colocan las presas de la gallina, el achiote y finalmente agua”.
La longeva mujer hace una pausa y enérgicamente continúa: “Ah, el seco es seco, nada de aguachento, si está espeso es más rico”. Y otra vez ríe.
Cuenta que nació en Vinces (Los Ríos), pero su padrastro la llevó cuando era niña hasta Mocache. “A él le tomó 4 viajes en burro para poder llevar a toda la familia y las cosas al nuevo pueblo”, añade. ¡Qué memoria!
Pero cómo ha hecho para llegar a los 110 años. Ella alza sus manos y dice: “solo Dios lo sabe”. Sin embargo, presume que la alimentación -peces de esteros, animales criados por ella- y la tranquilidad del campo, algo que las grandes ciudades no tienen, sería un factor importante para su larga existencia.
Carlotita recuerda que uno de los factores de tranquilidad era que antes no se cometían muchos delitos. Cuando era joven ella caminaba en las noches por la carretera con su familia para dirigirse a Mocache para ir al cine (unos 6 kilómetros). “No robaban, había más respeto y educación. Creo que eso también podría ser causa de mi edad, la poca preocupación que viví”.
De algunos hechos históricos del país dice no recordar. Al parecer prefiere no hacerlo.
Lo que sí deja en claro es que es una mujer valiente, trabajadora y que se hizo respetar. Cuenta que “cuando mi primera hija estaba pequeña, mi esposo, que había tomado, me quiso pegar”. Eso no pasó a más, pues ella se fue de casa con su ‘muchacha’. Después él la fue a buscar con sus suegros “y de ahí nunca más ni siquiera trató de alzarme la mano, también dejó el alcohol”, dice orgullosa de sí misma.
Zoila Bustamante, habitante de Mocache, indica que “mis abuelos eran del mismo recinto donde vive la señora, ellos pasaron los 90 años. Podría ser que la paz y el ambiente descontaminado son fundamentales para su salud”, comenta Bustamante.
Uno de los tantos nietos que tiene la longeva mujer comentó que están muy felices de tenerla aún con vida y que tratan de mantenerla contenta. “Cuando fue su cumpleaños bailé con ella, claro que ya no se mueve como antes porque tiene un problema en la rodilla izquierda”, recuerda.