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Carla Heredia: “Gracias a ellas, Ecuador es un mejor país”
Mujeres ligadas al deporte y al feminismo resaltan la importancia de la visibilidad de las atletas ecuatorianas en Tokio 2020
“Vas a perder los senos”, “vas a tener cuerpo de hombre”, “parecerás Hulk”, “las mujeres no son para este deporte”, “un cuerpo atlético es delgado”.
Pero la deportista, de 28 años, sabe que este tipo de interpretaciones, derivadas de patrones socioculturales basados en el machismo, bien podrían frenar el sueño y los gustos de las mujeres por incursionar en alguna actividad que, culturalmente, ha sido practicada más por los hombres.
Neisi Dajomes también recibió frases similares cuando empezó a entrenar halterofilia. Si ella hubiera hecho caso, probablemente no se habría subido al podio de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Su talento y esfuerzos, debido a falsas creencias, se habrían esfumado.
Annabelle Arévalo, psicóloga del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer Guayaquil (Cepam), explica que la incursión de las mujeres en algunos deportes tiene una carga extra que ellas deben sortear: los estereotipos.
Lamenta que este tipo de comentarios, ligados con el físico y el género, pueden afectar la autoestima y rendimiento de alguna deportista. Por eso, las victorias como las de Neisi Dajomes, Alexandra Escobar, Tamara Salazar, Glenda Morejón y otras atletas ecuatorianas, son un poderoso mensaje que alienta a que más niñas y mujeres rompan paradigmas y cumplan sus anhelos.
Sus logros, aunque muchos crean que “son iguales a los de los hombres”, deben pasar, muchas veces, no solo por intromisiones con las formas de sus cuerpos, sino por acoso sexual, hostigamiento, humillaciones, intimidaciones o cuestionamientos que derivan en una falta de apoyo social y gubernamental, apunta la especialista.
Estefanía Pareja, activista por los derechos de las mujeres, indica que para una chica pararse sobre un podio requiere de un doble esfuerzo. “A pesar del abandono de las autoridades, deportistas de élite han llegado bastante lejos en esta jornada olímpica”, comenta. Destaca estas participaciones porque ellas se vuelven referentes.
Indica que, así como Alexandra Escobar inspiró a Neisi, Tamara o Angie Palacios, ellas también inspiran o están inspirando a otras mujeres y niñas. “Leía las anécdotas de estas atletas, que en su momento se cuestionaron si seguir o no en sus entrenamientos y sus propios entrenadores las empujaron a no desistir. Es la importancia de los referentes”, cuenta.
Por esto, la ajedrecista Carla Heredia se conmovió hasta las lágrimas con el triunfo de Neisi y Tamara en los Olímpicos. El domingo 1 de agosto, luego de que Neisi se llevara la presea dorada, la gran maestra de ajedrez que es parte del equipo olímpico ecuatoriano y máster en gestión deportiva, abrió sus redes sociales y le estremeció lo que vio: niñas jugando a ser halteras con palos de escoba, niños viendo cómo triunfa una mujer. “Qué importante es esto, que un niño diga ‘yo también quiero ser como ella’. Porque no hay deportes ni de niños ni de niñas, los deportes son para todos. Estamos viviendo un sueño después de tanta tragedia”.
Y, aunque parece simple pensar que niños y niñas u hombres y mujeres pueden practicar cualquier actividad que se les plazca, la realidad es otra.
Charlie Guerrero, administrador de un gimnasio que tiene más de 35 años en Guayaquil, asegura que en todo este tiempo han sido los hombres los que más realizan entrenamientos ligados a la fuerza. En su negocio, solo el 35 por ciento de clientes son mujeres que ejecutan, en su mayoría, de clases como bailoterapia y aeróbicos.
Allisson va a ese gimnasio y es de las pocas chicas que levanta peso. Sus amigas, que le han pedido entrenar con ella, les han confesado que muchas veces temen hacerlo porque “se verán como hombres”.
La deportista dice que este tipo de comentarios van más allá del aspecto físico y que realmente pueden afectar la salud física y mental de las personas que aún no entienden que hay diferentes tipos de cuerpos y que todos son válidos y hermosos, cuenta.
“Claro que existen mujeres que desarrollan más musculatura en ciertas partes del cuerpo como hombros o trapecios, pero no las hace menos mujeres que las que hacen modelaje. Al final del día, si a ti te gusta lo que haces y amas como luce tu cuerpo, es suficiente”, destaca.
Recuerda la importancia de rodearse de profesionales que se alejen de la figura hegemónica de un ‘cuerpo atlético’ o un ‘cuerpo perfecto’ o ‘delgado’, que nada tiene que ver son la salud y el bienestar. Que nada tiene que ver con la realidad.
Realidad que la propia Angie Palacios, quien recibió un diploma olímpico en Tokio 2020 y hermana de Neisi, dice que está distorsionada.
En un noticiero nacional, la deportista dijo que “es bonito que como mujeres podamos demostrar que este deporte (halterofilia) no es solo de hombres. Este deporte es muy machista. Nosotras junto con Tamara, Neisi y Alexandra hemos querido demostrar ese feminismo y esa feminidad en esto”.
Con esto concuerda Mara Alarcón, deportista de 27 años. En ella, resaltan su fuerza física y su feminidad. Para la joven, cualquier tipo de deporte es sinónimo de constancia y disciplina y hay que tener siempre presente lo que se busca y se desea, para que los comentarios machistas no hagan que las personas se desvíen de sus metas.
Mara disfruta del ejercicio como hobbie y la motivación es indispensable para romper estereotipos. Porque, ejemplifica, las victorias de las ecuatorianas en Tokio, además de dejar en alto el nombre del país, son un simbolismo que dejan un mensaje más amplio en búsqueda de la equidad.
Considera indispensable el apoyo de las autoridades para que esto ocurra. Bromea con que, si ella no tuviese que trabajar para mantenerse y estudiar, y se dedicara al deporte profesionalmente, también estuviese compitiendo en los Juegos Olímpicos.
Con esto concuerda Heredia, quien resalta la importancia del acceso a la educación de los deportistas. “Hay quienes ven al deporte como una salida, porque lograr una medalla en materia económica te puede cambiar la vida. Pero a mí me gustaría ver que todos los deportistas, no solo los que logran medallas, tengan acceso a la educación”, dice.
Esto, porque quienes entran a planes de alto rendimiento durante años muchas veces no logran medallas “y es duro luchar luego de haberle dedicado tantos años a un deporte. Se debe fomentar el acceso de una educación superior”, dice.
Para Heredia, quien en 2018 fue galardonada con la condecoración Dra. Matilde Hidalgo al mérito deportivo, estar en un país donde el apoyo para el deporte es escaso, la inspiración deviene de otras fuentes como el amor o la propia rabia.
“Cuando escuché el grito de Neisi, para mí era un grito de triunfo, de alegría, pero también de coraje, de valentía. Que luego de haber perdido a su madre, a su hermano, haya seguido luchando y entrenando”.
Está feliz por esta victoria del deporte, por este triunfo de las mujeres y porque cree que luego de esto y “gracias a ellas, Ecuador es un mejor país”.