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La artista se considera feminista y el turbante es parte de su activismo.Cortesía/Jorge Carmigniani

Carla Bresciani: La muralista que llenó de colores la cocina de Masterchef

La guayaquileña fue una de las finalistas del reality gastronómico. Con sus recetas logró sorprender al jurado y ganarse el corazón de sus seguidores

La creatividad corre por las venas de Carla Bresciani. La niña que alguna vez quiso cantar ópera y tocar el piano, para lo cual se estaba preparando, lo dejó todo por las brochas y las latas de pintura. Lo que en un momento creyó que era un juego o un hobbie más, se convirtió en la razón de su existencia. 

Esa mezcla de colores con las que creó obras que decoran enormes muros en diferentes partes de la ciudad o en las paredes de los hogares, las llevó hasta las cocinas de Masterchef Ecuador, reality gastronómico del cual fue una de las finalistas.

Aunque llegó sin expectativas a la competencia, Carla logró enganchar, cada noche, al espectador con sus innovaciones culinarias que más de una vez sorprendieron al exigente jurados conformado por dos chefs, Jorge Rausch y Carolina Sánchez y la empresaria gastronómica, Irene González.

No fue la ganadora, pero sus ganas de sobresalir fueron aplaudidas por sus seguidores. DOMINGUERO conversó con la chica del colorido turbante y el look sesentero para conocer qué hay detrás de su talento.

¿Cómo logras mezclar tu arte con la cocina?

Para mí la cocina es un arte. Simplemente he aprendido una nueva técnica donde manifestarlo que es lo que me encanta.

“Cada uno aprendía y estudiaba por su cuenta. Mi mamá todos los días me enseñó técnicas como no tienes idea. Ella es chef, me daba tips. Me crié casi que en la cocina. Me ha enseñado montón, ha sido un motor grande para avanzar en esto".

Lo tuyo es creatividad pura.

Así es. Son muchos más sentidos. La cocina es más visual, que es lo que me ha atrapado más. Yo soy muralista, hago cosas enormes, pero actualmente, ya no me abastece lo visual y lo palpable, sino este sentido del sabor y del aroma. Eso es lo que me ha enganchado un montón. Tienes más percepciones, te puede traer recuerdos, te hacer sentir cosas. Mi percepción del arte cambió un poquito, diría que para bien.

De los platos que preparaste en el concurso, ¿cuál es el que te recuerda algo?

De los que hice, fue el plato del reto de la refrigeradora, donde tuvimos que llamar a un familiar. Fue bastante íntimo y nostálgico. Llamé a mi hermano y me contó de los ingredientes típicos de la comida que siempre habíamos hecho. Mi mamá es de Manabí y para mí es muy nostálgico y sentimental esto de comer sango, albacora. El plato que desarrollé fue basado en ese sentir y en todo el cariño que puede traerme algún recuerdo con los elementos que usé.

¿Tu papá es peruano, pero no te vi preparar ninguna receta de esas?

Se preparar un montón de platos peruanos. Anticuchos, causa, leche de tigre, ají de gallina, la huancaína, ceviche que en la competencia no me salió porque estaba muy estresada y nerviosa y los hice fatales. Pero no me atrae mucho replicar recetas. Sino hacer platos como la tonga que la presenté en la final y que fue una desconstrucción. Todos fueron platos de autor. Me encanta cocinar, usar elementos de diferentes partes, pero creando algo nuevo, innovador. Tratando de ir más allá de lo cotidiano, siempre.

¿Cuál crees que fue el plato que mejor te salió en toda la competencia?

Uno de mis favoritos fue el plato africano. Tenía cuscús de jamaica, corvina frita y no me acuerdo qué más.

¿Y el que hubieses querido preparar y no alcanzaste a hacer?

Algunos que tengo en mi agenda. Ya a lo último empecé a incursionar en la comida andina.

La mayoría de tus recetas eran a base de vegetales ¿Eres vegetariana?

No, para nada. Soy flexitariana, no soy tan rígida para comer, no me limito, como carne. pero me baso en una alimentación sana y consciente.

¿No soportas los camarones?

¡Ay sí! Me muero. No puedo comer crustáceos, soy alérgica, me ahogo. Si lo están cocinando y lo huelo me pongo mal. En uno de los retos alguien cocinó camarones y fue terrible.

Muchos apostaron a que serías la ganadora, ¿qué hubieses hecho con 20 mil dólares del premio?

La verdad y es por lo que estoy trabajando muchísimo, estoy pensando crearme un ‘go fundme’, es porque me muero por estudiar gastronomía. Hay una escuela que me fascina. Es una de las mejores del mundo está en Barcelona y es de gastronomía creativa e innovación culinaria. Me la han recomendado, pero económicamente no se me da y estoy trabajando para ello. Quiero representar al país haciendo innovaciones culinarias. Estoy casi que obsesionada con eso. He estado experimentando un montón, me encanta. Siempre con fe.

¿Te visualizaste estar en la final?

Te digo la verdad, no. Al inicio no. Incluso viajé con poca ropa. Dije, “me van a botar pronto de esta nota” y cuando me caí, fue “¡Uy no Diosito!”, ya no voy a quedar como puerca, ni me quedará hasta la madrugada estudiando, no ya no puedo, lo que más me importaba era no quedar mal.

“Mora amarilla @moramarilla.Carla es mi emprendimiento gastronómico en donde voy a enseñar tips, recetas saludables, veganas, alimentación consciente. Tendré los servicios de cocina a domicilio, comida por delivery y eventos pop up de cocina creativa”.

Sus panas

El chef Rausch fue mi motor, él fue me incentivó e inspiró un montón. Me hacía barra y en casa me dediqué a estudiar. Arturo me enseñó un montón, Manuel, Roberto y Suzuki que son mis panas, también. Una noche Manuel me enseñó a cómo coger el cuchillo, no sabía ni cortar una cebolla, estaba practica y practica y el que practica avanza”.

El turbante

“Soy feminista y trato de incentivar el movimiento. El turbante es ese simbolismo. En África lo usan la smujeres para darles más fortaleza. Tenía que buscar la manera de resolver en la cocina porque me parece antiestético andar con el pelo en la cara”.

Lady Quinua

En tuiter te llamaron Lady Quinua por usarla en casi todos las recetas.

Sí y de hecho estoy empezado a crear un comic a partir de ello. Que va a ser Lady Quinua como una caricatura, porque me encanta. Mucha gente me escribió diciéndome que gracias a que mis platos eran lindos y con ese producto, ahora sus niños lo comen y es un súper alimento que debe ser masificado e implementado mucho más que el arroz. Existe mil y una formas de prepararla. Hay roja, negra y blanca. Preparé en la competencia un plato vegetariano que era un cremoso de choclo, arroz con quinua, berenjenas al balsámico y vegetales salteados. Me acuerdo que pensé que eran tantos elementos, pero la plena que se complementaban un montón por su valor nutricional. La puedes cocinar en casa. Se hace igual que el arroz, en las mismas proporciones. Es de practicar. Se sabe que ya está cuando se abre un ganchito en forma de c y en el centro tiene un puntito blanco.

Más de ella...

​*Guayaquilena de 32 años.
​*Pronto lanzará junto a la diseñadora Andrea Vega la línea de turbantes y mandiles de cocina.
​*Es artista visual, hace ilustraciones, tatúa, pinta cuadros, desarrolla líneas gráficas, es directora de arte y todo lo que tenga que ver con creatividad.
*Muralista de larga trayectoria, su obra colorida está plasmada en las paredes de locales comerciales, plazas gastronómica y en los hogares que la contratan.