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Desde la cárcel, al parecer, intimidan y extorsionan a funerarios: ¡Apoye o se va al ataúd!
Varios afectados denunciaron en la Fiscalía, otros no se atreven a acusar a las personas que los tienen ‘paniqueados’ por temor a represalias.
“Avíseme, espero respuesta de su parte o ya verá. Es un inversión por seguridad, por tranquilidad, por la familia que no tiene precio, es solo una colaboración pacífica y listo...”, dice parte del mensaje de WhatsApp con el que hace 12 días intimidaron a Raúl, el dueño de una funeraria situada en el sur de Guayaquil.
Pero Raúl, quien por seguridad hace una semana dejó de atender en su funeraria, no es la única persona dedicada al oficio de trámite y sepultura que ha sido víctima de amenazas y extorsión. Al menos 20 de sus compañeros fueron contactados por la misma red social y a través de mensajes de texto, de voz o llamadas han sido amedrentados para que entreguen fuertes sumas de dinero a cambio de no atentar contra su vida o la de sus familiares.
Tres de los afectados revelaron a este Diario que los responsables de tenerlos ‘paniqueados’ ya estarían tras las rejas, pero no porque han sido detenidos por el delito de extorsión cometido en contra de ellos, sino porque son privados de libertad que guardan prisión en la cárceles de Guayaquil.
“Creemos que quienes nos amedrentan son los presos. Eso nos dijo un policía a quien le informamos lo que estaba pasando. Los números son de Colombia y fingen el acento de ese país. Nos dicen que son guerrilleros. A mí me pidieron 1.000 dólares a cambio de no matar a mi hijo”, relató Manuel, otro de los afectados.
Sostuvo que por temor a que hicieran algo en contra de sus seres queridos y por recomendación de la Policía, para de esa forma obtener el número de cuenta y los nombres de la persona a quien debía entregarle el dinero accedió a depositar 50 dólares.
“Querían más y deposité otros 100 dólares. No me he atrevido a denunciar porque tengo miedo a represalias. Otros compañeros ya asentaron la denuncia en la Fiscalía. Estas personas tienen toda mi información, dónde vivo, en qué funeraria trabajo, hasta saben los nombres de mis hijos”, agregó.
José, otro de los contactados por extorsionadores, contó que a él le pidieron 2.000 dólares a cambio de no ir a su casa y matar a su familia. “Me dijeron que les depositara por las buenas. Les contesté, los insulté, les dije que no iba a caer en su trampa”, dijo el hombre, quien desde hace 20 años se dedica a realizar trámites para sepultar muertos. (AEB)
(Por seguridad se cambiaron los nombres de las víctimas)
“El 90% de extorsiones sale de los CPL”
César Peña, fiscal Multicompetente del Guayas, aseguró que “el 90 % de los delitos de extorsión es cometido desde los centros de privación de libertad” y los reclusos lo hacen por vía telefónica, ya que adentro cuentan con toda la tecnología para seguir cometiendo delitos.
“Los privados de libertad lo hacen en complicidad con su familia, y estos comúnmente utilizan a los muchachos del sector que no trabajan, a quienes les piden su número de cédula diciéndoles que van a recibir un depósito y que a cambio les dan 20 o 30 dólares”, explicó el funcionario.
fiscal del Guayas
Recomendó a las personas que son víctimas de extorsión cambiar el número teléfono para que no sigan recibiendo estos mensajes amenazantes y que dejen de publicar fotos o vídeos en sus redes sociales. En caso de ser actividad comercial solo de negocio”, sostuvo.