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‘Caen’ como buitres a los usuarios de entidades financieras
La Policía se puso ‘mosca’ con los sacapintas luego de que esta modalidad se haya acrecentado en la capital, el último año.
Gloria Ortiz retira con recelo el comprobante de saldo de un cajero ubicado en La Colón, norte de Quito. Tiene miedo de que los sacapintas la vuelvan a atacar.
El año pasado sufrió dos eventos de este tipo cuando salía con dinero de una entidad financiera del sur de la ciudad.
En la última ocasión, a la mujer le arrancharon la cartera de su brazo y le dislocaron el hombro. “Me cayeron como buitres”, recordó. Por eso dejó de hacer transacciones de dinero en los bancos y prefiere hacerlo por transferencia digital.
Ahora solo va a los cajeros para consultar el saldo.
Según la Policía Judicial, de los 44 robos a personas afuera de entidades financieras que se han presentado entre el 1 de enero del 2020 hasta el 30 de mayo del 2021, el 41 % es bajo la modalidad de sacapintas.
Los hechos más recientes de este tipo sucedieron en menos de una semana y en la misma entidad financiera, ubicada en la avenida Eloy Alfaro y Granados, norte de la ciudad.
El viernes pasado, un venezolano intentó robarle 50 mil dólares a un usuario, pero lo impidió el guardia del banco. Ahora está en prisión y será investigado por 30 días.
¿A qué se debe?
Mario Pazmiño, director del Observatorio Ciudadano de Seguridad Integral, explicó que existen dos razones para que haya un incremento en este tipo de delito. El primero es que existe un cambio de estatus del crimen transnacional en el que existe más violencia por los grupos que quieren controlar las plazas de droga. “Esto influye también en la delincuencia común. Por eso hay más sacapintas, robo a blindados y bancos”.
La segunda razón es la lógica de operar de la Policía que, a criterio de Pazmiño, es obsoleta. El experto mencionó que sectorizar a los uniformados por circuitos es “algo del pasado”. A su criterio, se debe cambiar este esquema de seguridad por uno en el que se prioricen las zonas conflictivas y en donde participen otras entidades para así poder capturar más rápido a los sacapintas.
Esto implicaría que afuera de las unidades económicas en las que se han registrado asaltos exista la presencia de Fuerzas Armadas, Policía e, incluso, agentes metropolitanos a toda hora, los siete días de la semana. “Esto generaría incomodidad a los sacapintas”.
El coronel añadió que si la institución policial no cuenta con suficiente personal para resguardar estos lugares hay que llamar a los agentes que realizan actividades secundarias como ser seguridad de funcionarios públicos.
Pazmiño recomendó que se debería mejorar el servicio de traslado de valores de la Policía porque “si un sacapintas ve a su víctima salir del banco con resguardo lo más fácil será seguirlo a la casa y robarle. Puede haber secuestros”.