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Los clientes deben esperar de pie en el lugar donde antes se realizaban los shows de baile. Con mascarilla y distanciamiento de dos metros.Archivo

¡Cabarés, de nuevo al ruedo!

Plan piloto: el cliente tiene 20 minutos en la habitación, no hay shows ni consumo de licor. Así, las sexoservidoras buscan reactivarse.

Las mujeres esperan en el umbral de las habitaciones con poquísima ropa. Los clientes hacen fila para obtener sus servicios. Todo está listo, la ‘acción’ vuelve para las trabajadoras sexuales en 31 centros de tolerancia de la capital.

El plan piloto de reactivación se retomó el pasado jueves 4 de marzo, después de 73 días de suspensión, con las mismas normativas a cumplirse, según Natalia Valverde, asesora jurídica de la Asociación Pro Defensa de la Mujer (Asoprodemu), que agrupa a las sexoservidoras que laboran en estos sitios.

“Se encontraron novedades en cinco locales, pero esperamos que todos puedan cumplir con las normas”, explicó Valverde.

Agrega que ha habido complicaciones, pues algunos propietarios ya han puesto ventanas en las habitaciones y las autoridades les han pedido que haya dos en cada habitación. “Los espacios se vuelven muy fríos. Hay más dificultad porque la mayoría son inmuebles arrendados”, agregó.

MÁS EXIGENTES

La Agencia Metropolitana de Control (AMC), junto a las Secretarías de Inclusión, de Seguridad, Salud, el Cuerpo de Agentes Metropolitanos de Control, Policía Nacional e Intendencia de Pichincha, son las entidades encargadas de inspeccionar que los protocolos se cumplan para evitar más contagios de COVID-19.

La AMC verifica, por ejemplo, la ventilación, distanciamiento, limpieza y desinfección del lugar, comunicación y señalética.

“No podemos permitir que la salud de la ciudadanía se ponga en riesgo. Realizaremos estrictos controles a los centros de tolerancia para garantizar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad”, afirmó Gabriela Obando, supervisora metropolitana de Control.

La reactivación de este plan se efectuó, según Valverde, porque la asociación pidió ser tomada en cuenta para retomar actividades, luego de un repunte de casos las últimas semanas de diciembre. Si el resultado es positivo, otros 80 locales se unirán a las actividades. 

Carteles indican en qué poses sí

Entre las normas que los establecimientos propusieron están el lavado de manos de los clientes al entrar a los locales, el uso obligatorio de la mascarilla adecuada –si lleva una ‘chimba’ le darán otra– y el distanciamiento de dos metros mientras esperan su turno.

Además, las mujeres deben tomar una ducha después de cada encuentro sexual y las sábanas se cambian enseguida.

No hay contacto de rostros, el encuentro será en posiciones que contemplen el distanciamiento. Para ello, en las habitaciones se han colocado carteles con las poses que pueden ser practicadas.

Y sobre todo: sin shows en tarima y cero alcohol.