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Cómo la buena suerte jugó a favor de dos secuestradas en Quito
Las víctimas estaban maniatadas dentro de un inmueble en la Ciudadela Ibarra, sur de la ciudad. Las descubrieron tras denunciar un robo
Dos mujeres fueron entregadas a sus familiares luego de vivir un infierno en el barrio Ciudadela Ibarra, en el sur de Quito. Las víctimas habían sido secuestradas y gracias a la denuncia por el robo de un vehículo fueron localizadas con vida.
La historia comenzó la noche del 30 de agosto, cuando se llevaba a cabo un patrullaje preventivo a cargo de policías en motocicletas. En ese momento, una señora se acercó a los uniformados a contarles que en días anteriores le habían robado su vehículo.
La víctima les indicó que había visto que su carro fue ingresado a un domicilio de las calles Carlos Larrea y S41B, por lo que se montó un operativo para recuperarlo. Los uniformados llegaron hasta el inmueble y se llevaron una dramática sorpresa.
En la Ciudadela Ibarra no se hallaron a los secuestradores
Henry Tapia, comandante de Policía de Quito, explicó que los uniformados llamaron por teléfono al dueño del inmueble para explicarle sobre la situación y él les dijo que no vivía en esa casa porque la tenía arrendada. Los policías ingresaron al garaje y hallaron el vehículo robado.
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Como parte de la indagación, los gendarmes también entraron a la sala de la casa y encontraron a dos mujeres, que estaban maniatadas y con sus rostros cubiertos. Las indagaciones continuaron, pero no hallaron a los responsables de este rapto, por lo que no hubo ningún aprehendido.
“Lo que explicaron las ciudadanas fue que fueron secuestradas un día antes (29 de agosto). Nos contactamos con sus parientes y confirmamos que sí existe una denuncia por este delito”, detalló el general Tapia durante el rescate.
Las mujeres liberadas fueron entregadas a sus parientes
Se confirmó también que el vehículo que estaba dentro de ese domicilio había sido robado, por lo que se presume que en este mismo automotor se ejecutó el rapto de las dos mujeres, que fueron entregadas a sus parientes.
Los agentes siguen con las pericias para dar con los responsables de ambos delitos. Además, le pedirán más detalles al dueño de casa, para saber quiénes le arrendaron aquel inmueble.
Comandante de Policía de Quito
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