Exclusivo
Actualidad
La bomba que explotó en el sur de Quito no era mortal, según oficial del GIR
Un oficial del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) explicó que el artefacto que reventó en el sur de Quito era mínimo. El responsable sería el miembro de una banda.
El artefacto que explotó en un garaje de Ciudad Futura, en el sur de la capital, no tiene similitud con las bombas que se utilizaron en los ataques de Guayaquil, como lo dijo, el viernes pasado, el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
El funcionario explicó que dichos explosivos “son mecanismos artesanales que están a libre disposición de la gente... quienes tienen conocimiento de ciencias químicas pueden hacerlos”.
Sin embargo, el capitán Javier Toapanta, jefe del equipo de explosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), señaló que la explosión ocurrida en Quito fue provocada por un artefacto mínimo.
Según el oficial, la persona que lo fabricó usó un taco de dinamita que tenía un iniciador que se prende con fuego. “La carga tenía unos 200 gramos de explosivos”.
Toapanta indicó que los artefactos que se emplearon en Guayaquil fueron elaborados por varias personas que conocían de la materia. Señaló que fueron diseñados con diagramas. Usaron un contenedor en el que colocaron esquirlas para que salieran luego de la detonación. “Se hizo con malicia y con intenciones de matar”.
La Policía ha identificado a bandas que se dedican a armar explosivos.
No es fácil
Toapanta enfatizó que no es fácil armar un explosivo de este tipo, así sea un artefacto mínimo. Señaló que las personas que tienen la capacidad de hacerlo y de adquirirlo son quienes trabajan en minería o en construcción. “Al parecer, hay contrabando de este material”.
Esto preocupa a Toapanta porque, según él, en la capital no circulaba material explosivo sin control como en otras ciudades del país.
Según las primeras indagaciones, un sujeto que pertenecería a una banda organizada que mete miedo en Ciudad Futura sería el responsable de la explosión que, a criterio de Toapanta, no es considerado un atentado sino una intimidación.
Eso sí, el oficial recalcó que si una persona estaba cerca de la explosión pudo haber perdido una extremidad o sus órganos pudieron haber terminado afectados por la onda expansiva.