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Un departamento donde se desarrollaba un cumpleaños fue desalojado el viernes.GUSTAVO GUAMAN

Solo era una ‘bielita’... ¡multados!

A pesar del fin del estado de excepción, las reuniones sociales de más de 25 personas siguen prohibidas en Quito. Operativos continúan.

Los operativos de control de bebedores y fiestas clandestinas continúan, pese a que el estado de excepción terminó el 13 de septiembre.

La noche del viernes, miembros de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), Policía Nacional y militares recorrieron las calles del sur de Quito para ‘cazar’ a los ‘malcriaditos’.

Los encontraron. Cada quien con una excusa diferente. “Le vi a los varios meses por eso nos tomamos una cervecita”, dijo uno de los sancionados en la ciudadela Yaguachi.

Añadió que recién empezaban la reunión, aunque ya se tambaleaba. Que solo era “unita”. Esa botella terminó costándole a los tres amigos que se juntaron en la calle a beber 600 dólares, 200 a cada uno.

Firmaban con desdén los documentos sancionatorios, intentaban defenderse, pero ya los uniformados les tomaron fotos para tener evidencias.

“No importa si estuvieron un minuto o una hora, siempre estuvo prohibido beber en la calle. En pandemia aún más”, les dijo uno de los funcionarios.

El coronel Juan Carlos López, jefe del Distrito Eloy Alfaro, explicó a EXTRA que si bien las restricciones se ablandaron, el peligro no ha pasado.

“Seguimos con los controles, sobre todo porque el alcohol es el precursor de riñas y violencia criminal”, dijo.

En este distrito se identificaron como puntos conflictivos a los barrios de La Magdalena, Ferroviaria y Chilibulo.

Durante el recorrido, los tres primeros lugares intervenidos fueron en La Magdalena.

Luego de los amigos cerveceros se encontraron a tres mujeres y dos hombres en evidente estado etílico. Aunque no estaban ‘empinando’ el ‘codo’, sí tambaleaban y tartamudeaban.

“Somos doctoras, deberían entendernos porque estamos estresadas”, decía una de las mujeres.

La sanción para ellas fue por el no uso de la mascarilla, pues su obligatoriedad sigue vigente mediante ordenanza municipal.

También están prohibidas las reuniones sociales con más de 25 personas y se exigen los estrictos protocolos de bioseguridad. Puertas adentro esto no se cumple.

En el mismo barrio, los uniformados desalojaron un departamento donde se celebraba un cumpleaños. “Solo es un pastel. Deberían sancionar también a los ecuatorianos”, reclamó uno de los asistentes, nacido en Venezuela.

De allí salieron unos 15 extranjeros con las gaseosas, los embutidos y los pasteles. “Señor, no les pedimos que desalojen porque son venezolanos, sino porque estas fiestas son focos de contagio”, les repetía varias veces uno de los gendarmes.

Según López, las intervenciones continuarán, aunque no se registraron detenidos durante los operativos. Solo las multas que los contraventores tendrán que pagar o cumplir un buen tiempo trabajos comunitarios. 

Los 'pillados' debieron botar la cerveza que estaban bebiendo.GUSTAVO GUAMAN