Los hijos de Rodrigo Pérez colocaron una vela en el lugar donde permaneció su cadáver para despedirse de él. Rezaron. Lloraron. Se abrazaron entre ellos.

El hombre, de 44 años, murió la madrugada de ayer frente a su panadería, ubicada en la Loma de Puengasí, en el sur de la ciudad. Eran las 05:30. Pérez y un trabajador preparaban el producto para hacer la entrega en algunos barrios.

De repente, dos sujetos se bajaron de una motocicleta armados e ingresaron al local. Les quitaron los celulares y el dinero que había en la caja.

Luego salieron y detrás de ellos fue el panadero con un tubo de metal. Quería detenerlos, pero uno de los sospechosos le apuntó con la pistola y le disparó en el pecho. Huyeron.

La víctima intentó alcanzarlos y se quedó sin fuerzas. Cayó a pocos pasos de la panadería. Su cuerpo quedó tendido en la avenida.

Su ayudante intentó reanimarlo y alertó del hecho al ECU-911. Marcia, moradora del sector, contó que se enteraron del crimen mediante un chat comunitario y resaltó que llegaron al lugar primero que los uniformados. “Solo fuimos a confirmar que el vecino no respondía. Ya estaba muerto”.

Byron Navarro, subcomandante del Distrito Manuelita Sáenz, explicó que revisarán las cámaras de seguridad del local para dar con el paradero de los responsables. “Llevaban cascos y mascarillas. Las unidades especiales están tratando de identificarlos”.

Mientras tanto, miembros de Criminalística llegaron al sitio para levantar indicios. Algunos moradores decían que escucharon dos disparos; sin embargo, la víctima tenía solo un orificio en el tórax, según los agentes.

El cadáver fue trasladado hasta Medicina Legal para realizarle la autopsia.

Muy querido

Bolívar Pérez, hermano de la víctima, lo recordó como una persona honrada y trabajadora. “Siempre madrugaba para entregar el pan”, dijo. El hombre dejó en la orfandad a tres hijos, quienes junto a otros familiares lo despidieron prendiendo una vela y rezando por su memoria.

Nelly Chaluisa era vecina del panadero y estuvo a punto de llorar cuando se enteró de la noticia. Señalando a la panadería y consternada, comentó que es injusto que “no se pueda salir ni a trabajar porque lo matan”.

Barrio de terror

Antes de que entraran a la panadería, los pillos ya habían asaltado a una mujer que pretendía comprar en el local.

Según el informe policial, la señora fue interceptada por tres hombres que viajaban en dos motocicletas. Le robaron la plata, el celular y luego, dos de ellos entraron al negocio de Pérez.

Rosa Calupiña, moradora del barrio, relató que la madrugada del jueves otro vecino fue atacado por tres individuos que viajaban en moto.

Los delincuentes, según la testigo, lo siguieron hasta la parada de bus y le quitaron sus pertenencias. A la víctima le golpearon la cabeza con la cacha de una pistola porque, al parecer, no se quería dejar robar. “Los pillos huyeron por Conocoto”, añadió.

La mujer también dijo que por el barrio hay una camioneta ploma y un automóvil blanco, sin placa, que ‘meten miedo’ por el sector.

Chaluisa acotó que una vez vio cómo en uno de estos autos intentaron secuestrar a una mujer. “Tenemos miedo de salir a la calle”, comentó la habitante de Puengasí.