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Más de 40 indicios balísticos levantaron los policías en el sitio.Daniel Vite

Balas ‘reventaron’ como petardos

Un hombre quedó sentadito sin vida, dentro de un carro que fue perforado a tiros. Del conductor no se sabe su destino

No era fin de año, pero las balas zumbaron como petardos en el sector La Perla de la parroquia El Guayacán, zona sur del cantón Quevedo, en la provincia de Los Ríos.

El vecindario se alarmó con la ráfaga de tiros que escuchó a eso de las 21:00 del lunes 27 de diciembre.

Cuando los moradores se dieron cuenta, afuera de sus casas se había desarrollado una ‘ejecución sin nombre’, pues un auto color azul había quedado como cernidera a punta de los más de 40 disparos que retumbaron como juegos pirotécnicos.

En el atentado quedó sin vida y sentadito en el asiento del copiloto Gabriel Briones Ponce, conocido con el alias de Chiripa, quien no tuvo tiempo de escapar a la ‘lluvia’ de balas.

Del conductor del carro, quien presuntamente también fue baleado, no se conoce su paradero, pero en el sitio se decía que fue sacado por sus victimarios y embarcado en otro vehículo, presumiblemente una camioneta.

La escena parecía sacada de una película por la cantidad de indicios balísticos regados a un costado del carro. Al parecer, los ‘verdugos’ quisieron asegurarse de hacer bien su ‘trabajito’.

Las luces del automóvil quedaron prendidas, los vidrios por el lado del chofer se rompieron. A pesar de estar protegidos con láminas de seguridad, no soportaron el ataque.

Y lo que parecía ser una zona tranquila y sin mayores novedades se llenó enseguida de decenas de curiosos. Entre ellos habían quienes testificaron que las víctimas llegaron hasta una licorería y, al parecer, los sicarios ya les tenían hecha la ‘casita’ para asesinarlos.

Además, según varias versiones, los antisociales recogieron varios casquillos de balas, por lo que se presume que hubo más evidencias de las que la policía obtuvo.

Mientras los agentes realizaban las investigaciones, una persona llegó y se quedó sorprendido al ver el carro baleado. Luego aseguró que era el dueño del automotor y que lo había alquilado.

El jefe de la Policía de Quevedo, Darwin Guevara, manifestó que presumiblemente los ‘pistoleros’ llegaron en una furgoneta color blanco, de donde se bajaron a disparar.

Guevara añadió que entre los más de 41 casquillos que lograron recoger había balas de 9 milímetros y de calibre 223 que serían de un arma de grueso calibre tipo fusil.

Sobre el conductor del auto, refirió que hasta el momento en que hicieron el levantamiento del cadáver no tenían reporte de alguna persona que haya ingresado herida a una casa de salud. “Estamos verificando en el hospital y en clínicas privadas sobre el herido, pero no tenemos ningún reporte de esta persona”, informó.

Consta con una detención por asalto

En el sistema de la Policía no existe un registro de que Briones, quien fue la víctima mortal, tenga antecedentes delictivos. Sin embargo, Chiripa habría estado identificado por agentes policiales como uno de los sujetos que estaría involucrado en el robo de motocicletas en Quevedo.

Con fecha 11 de noviembre fue detenido por el servicio preventivo de la Policía, tras el presunto cometimiento de un asalto a mano armada a un motorizado.

Hasta tanto, se realizan las respectivas investigaciones para conocer más detalles de este asesinato y así tener claras las hipótesis del ataque mortal.