Exclusivo
Actualidad
¡Cómo 'friegas' covid-19 a los comerciantes!
Quienes venden comida cerca de instituciones públicas las están viendo ‘verdes’ por el bajo consumo en sus negocios. Todo por culpa de la ómicron
Para los comerciantes que ‘camellan’ cerca de las instituciones públicas en Guayaquil, esta semana las ventas están ‘turras’. Primero porque tras el feriado de Año Nuevo la gente regresó ‘chira’. Y la otra razón es que desde este martes 4 de enero la mitad del personal de estas instituciones (sus principales clientes) labora desde casa.
Esta medida tomada por el COE Nacional ante los incrementos de contagios de COVID-19 puso ‘mosca’ a quienes atienden los negocios, para ver qué cantidad de sus productos están comercializando y no abastecerse demasiado.
Flor Molina, quien ofrece empanadas fuera del Gobierno Zonal, en la avenida Francisco de Orellana, ya no lleva las 45 que suele guardar en un canasto. El primer día de vigencia de la disposición empezó con 36 y ahora analiza la posibilidad de llevar solo 30.
“Como los chicos de las entidades vienen en menor cantidad, no me puedo arriesgar a traer mucho porque luego me quedo ‘varada’. Pero no me queda de otra que seguir vendiendo, pues de esto vivo y me debo ganar el día”, manifestó.
Al menos le calma saber que las autoridades no han pensado en un confinamiento y toque de queda, como en los meses más críticos de la pandemia entre 2020 y 2021, pues eso sería un golpe durísimo a su ya maltrecha economía.
Sofía Pérez expende golosinas, bebidas y snacks en un quiosco aledaño. Como son productos de mayor duración, sí puede guardarlos, a diferencia de las empanadas de Flor. Pero en cambio debe andar pendiente de las fechas de caducidad, para que los proveedores le cambien los productos por otros fabricados más recientemente.
Recuerda los días en que estaba con la incertidumbre de ver cuánto impacto generaría en los bolsillos la situación. Por el momento, el panorama está medio color de ‘hormiga’, pues de los 50 dólares y algo más en ventas que lograba en un día, ahora con suerte llega a los 30. Y a eso hay que restarle la reinversión.
“NOS 'FRIEGAN' A TODOS”
Para Cecilia García y Mary Cervantes, quienes tienen un quiosco similar y un restaurante cerca del Municipio, la solución a sus problemas está en manos de los ciudadanos.
Consideran que todas estas consecuencias podrían evitarse si la gente se toma más en serio la presencia de la variante ómicron (que resulta 70 veces más contagiosa que las anteriores) y mantiene los cuidados necesarios para que disminuyan los contagios.
“Es que si salen, no usan bien las mascarillas. O andan en aglomeraciones sabiendo que tienen síntomas sospechosos. Así nos ponen en peligro a todos”, lamentó Cecilia, a quien le tomó por sorpresa la decisión del retorno parcial al teletrabajo para los funcionarios.
Mary ve lejana la posibilidad de vender 150 almuerzos, como antes del cumplimiento de las jornadas virtuales para el 50 % de los empleados públicos.
Actualmente, con dificultad sobrepasa las 80 ‘jamas’ diarias, pues aparte de que los servidores municipales van en menor cantidad, también bajó el número de usuarios que piden algún plato cuando se les despierta la ‘leona’ mientras realizan trámites en el Cabildo. “Es crítico”, expresó.
NO HABRÁ ENCIERRO
El presidente Guillermo Lasso descartó la aplicación de una medida extrema como el confinamiento, pese al incremento de contagios en el último mes, al considerar que ello sería perjudicial para la economía y los ecuatorianos.
El 79 % de la población vacunable cuenta con dos dosis, y “al ritmo que vamos, calculo que a mediados de febrero ya estaremos en ese ansiado 85 %” que ofrece la inmunidad de rebaño, indicó Lasso.
Por su parte, el Ministerio de Salud anunció ayer que los pacientes con sintomatología relacionada a la COVID-19 pueden acudir a cualquier centro médico público, donde recibirán atención sin costo.
Tras la evaluación médica se determinará si es necesario realizarse una prueba PCR o de antígeno, que también es gratuita.