“Papá, quiero ser youtuber o gamer”, te dice tu hijo, alumno de tercero de bachillerato. Te impresionas porque tal vez pensabas que él estudiaría Medicina, Economía u otra carrera tradicional.

Es probable que esta inclinación se dé por la influencia mediática. “Si hay campeonatos, algunos han de querer ser futbolistas. Que él elija la profesión con los pies en la tierra y los padres deben acompañarlos en el proceso de discernimiento, escuchando sus inquietudes, haciéndolos pensar y exponer sus razones y darles tiempo para que maduren sus criterios”, aconseja Rigoberto Bermeo, psicólogo educativo, orientador vocacional y profesional.

¿Qué padres pegarían el ‘grito al cielo’? Esto responde más a los estereotipos sociales y creencias, pero la mayor causa es el poco conocimiento de la carrera, lo cual hace que sea percibida como rara, poco intelectual, expresa Gabriela Osorio, psicóloga educativa y orientadora vocacional.

¿Qué hijo cedería? Es más frecuente en jóvenes inseguros, de fácil persuasión o que no son autónomos a tomar sus decisiones, sino que prefieren dejar esa responsabilidad a otros.

¿Comportamiento?... ¡cero!

Algunos padres apuntan hacia el uso de su poder económico y emocional sobre sus hijos. “Te quito el apoyo económico o no te hablo hasta que no hagas lo que quiero”, dice la psicóloga Carla Bohórquez.

Dentro de las consecuencias que se podrían presentar está la ruptura en el vínculo con sus padres, y en ocasiones en su autovaloración, que crean dudas en el joven de no ser capaz de realizar cosas que ellos plantean. También puede caer en depresión, indica Bohórquez.

“Es desacertado que los jóvenes escojan carrera por sus padres. Ellos no pueden cumplir un sueño a través de los hijos, ser lo que ellos no pudieron. El sueño que debe ver cumplido es que se realicen como persona y que escojan su profesión según sus cualidades y dónde puede servir más y mejor”, declara Bermeo.

Vocación tras vocación

“La carrera no es la vocación, esta es el agrado y la capacidad para realizar un grupo de actividades. Ejemplo, en el área comercial, cada uno tiene un rol y eso es lo que tengo que identificar. Me interesa lo comercial, lo mío es gerenciar, no vender. Hay áreas dentro de las áreas, dadas a las condiciones de personalidad y formas de ser”, manifiesta Bermeo.

“Hay algunos a los que les gusta trabajar a solas, en grupo. Las características de la personalidad deben ser consideradas al elegir una carrera. No solo debe agradarme, debo tener las habilidades básicas desarrolladas para asumir esas realidades profesionales. Solo me gusta, pero no tengo facilidad para esos nuevos conocimientos sobre la profesión, se quedaría en un pasatiempo”, concluye el experto.

EXTRATIPS

1. Postura abierta y no punitiva. Trata de disimular tus expresiones y oye las razones de por qué está optando por esta carrera. Puede no ser de tu agrado, pero analiza si dicha decisión es por novedad, impulsividad, presión social (amigos o pareja) y no porque sea su vocación. Así se te hará más fácil hallar los argumentos para persuadirlo, incluso pueden ir a un orientador vocacional para que les ayude.

2. Juntos investiguen sobre la profesión. Incluso pueden conversar con alguien que ya esté viviendo de esa carrera.

3. Que los hijos expresen sus ideas sin miedo. Que recuerden que los padres no son enemigos, son quienes deben acompañarlos en el proceso.

4. Trata de darle confianza a tu descendencia. Si están en mal momento, tus vástagos pueden buscarte, pues serás parte de su red de apoyo, que no lo va a juzgar, más allá de su decisión o de su obrar.

5. Esencial: Que tu hijo conozca el mercado laboral y a sí mismo. Quién es (fortalezas y debilidades); sus intereses y aficiones. Qué tan necesaria es la profesión seleccionada; si hay muchas plazas de empleo; qué tal son las ganancias monetarias, etcétera.