La ayuda que reciben nuestros hermanos quiteños, afectados por el aluvión suscitado el pasado 31 de enero, sigue llegando. Esta contribución no solo radica en la entrega de alimentos, colchones, vituallas, etcétera. Profesionales de la salud mental también acuden a la zona afectada de La Gasca y La Comuna, para acompañar y asistir a los damnificados del desastre natural.

Quien se ha hecho presente es el Centro de Psicología Popular, cuyos miembros acompañan a las personas que habitan en el sector de la Comuna Alta, occidente de Quito.

“Levantamos un campamento en la calle Albornoz y Sexta Transversal, en la cancha de vóley, con ayuda de algunas lideresas comunitarias y vecinos de la zona. En este primer momento, 72 horas de emergencia, es vital que los psicólogos acompañemos a los involucrados a realizar toda labor destinada a preservar la seguridad y la vida.”, manifiesta su coordinadora Karen Avilés.

Ellos son ‘psicólogos a pies descalzos’, quienes salen de los muros y están dispuestos a caminar con la comunidad y contribuir a que terminen las situaciones de injusticia social. Son 15 psicólogas y psicólogos clínicos, quienes trabajan con estudiantes de vinculación de la facultad de psicología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

“Continuaremos con la comunidad el tiempo necesario, autogestionando recursos pues así trabajamos. Procuramos atender el episodio porque de esa manera gestionamos a corto y largo plazo la angustia, que puede ser producida por cualquier evento traumático” , indica Avilés.

Tipos de ayuda

Esta es una de las acciones que realizan en la zona cero. Estos son una técnica de apoyo humanitario para personas que se encuentran en situación de crisis que tiene por objetivo recuperar el equilibrio emocional y prevenir el desarrollo de secuelas psicológicas por un trauma no intencional. Es ofrecer ayuda de manera práctica, no invasiva.

Involucra la escucha activa, reentrenamiento de la respiración, categorización de necesidades, derivación a redes de apoyo, psicoeducación.

Asimismo, realizan círculos de palabra que son espacios de participación voluntaria para el ejercicio de la escucha activa entre los vecinos. Es decir, es un encuentro grupal, en el que se expresa lo que se siente y piensa, se comparten experiencias.

Importante la intervención

Para la psicóloga Andrea Chiliquinga, es necesario la intervención de especialistas en salud mental. “Acontecimientos estresantes afectan el desarrollo de la vida, del individuo y generan un impacto físico, psicológico y social”, dice la experta.

De no pasar por un tratamiento, esto puede a futuro generar problemas, como trastornos de estrés postraumático (flashback del evento) y presentar sintomatología ansiosa, depresiva. Puede causar malestar en el sujeto, en esferas personales, sociales, laborales y familiares.

Los 5 pasos

Chiliquinga también emplea primeros auxilios psicológicos, que se basan en 5 pasos: 

1. Realizar el contacto psicológico con respeto y empatía. 

2. Examinar las dimensiones del problema. 

3. Analizar las posibles soluciones. 

4. Asistir en la ejecución de una acción concreta. 

5. Dar seguimiento.

Sigue el temor…

Los damnificados aún tienen temor a que vuelva a llover. He sido testigo de que varias personas, comienzan a desesperarse al ver que las nubes tapan el sol y pareciera que va a llover. Intentan realizar sus labores lo más rápido posible. El temor, la desesperación, el desconsuelo y la incertidumbre se vive aquí. El miedo a que la ayuda termine pronto, a que vuelvan a empezar solos y desde cero”, indica la psicóloga.