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El extranjero afirma que se salvó del atentado en la Penitenciaría de Guayaquil.Cortesía

"Dormir junto a la pared me salvó de morir", dijo australiano-israelí agredido en la 'Peni'

Sobreviviente de ataque en el que murió otro israelí dijo a la Fiscalía que hubo complot entre autoridades del centro carcelario y la familia Bucaram

El australiano-israelí Sheiman Oren, quien sobrevivió al atentado ocurrido el sábado 8 de agosto de 2020 dentro del Centro de Rehabilitación Social de Varones, de Guayaquil, afirma que pudo salvar su vida porque mientras dormía, su cabeza estaba junto a la pared de la celda donde guardaba prisión.

Su compatriota Shy Dahan dormía boca abajo con la cabeza hacia el pasillo y por tanto no corrió la misma suerte. Así lo revela Héctor Gabriel Vanegas, su abogado defensor.

Vanegas indicó que, según la versión libre y voluntaria del extranjero, a ellos los amenazaban de muerte, los mantenían aislados y, si no pagaban lo que les exigían, los privaban de los derechos humanos como alimentación y servicios básicos.

“Los tenían en condiciones inhumanas, para que ellos no tengan otras alternativas que ceder a la presión de las autoridades del centro penitenciario”, comentó Vanegas.

Detención: Oren y Dahan fueron detenidos en junio pasado, en Santa Elena, tras hacerse pasar por agentes de la DEA, departamento contra las drogas de los Estados Unidos.

Manifestó que entre las personas que agredieron a los israelíes hay guías penitenciarios e internos, y que el guía que lo cuidaba durante su permanencia en el hospital es el mismo que supuestamente los agredió y los atacó dentro de la celda.

Según el testimonio de Oren ante el fiscal que tomó su versión, documento al que EXTRA tuvo acceso, el guía le habría advertido: “tú no hablas”, a lo que él le habría contestado: “no te tengo miedo a ti, no le tengo miedo a los Bucaram”.

En el escrito también se expresa que recibieron varias llamadas y mensajes de Jacobo Bucaram Pulley y de su padre, el exmandatario Abdalá Bucaram Ortiz, haciéndoles advertencias. “Si hablamos y mostramos evidencias nos van a matar, al igual que a nuestra familia”, dijo el foráneo.