Exclusivo
Actualidad

Diferentes organizaciones en pro de la defensa de los Derechos de la Mujer piden justicia por la muerte de madre e hijo.Tomada del Twitter de @Majo_turi

Audiencia del caso de Adriana y Santiago fue diferida

Han pasado más de 9 meses del asesinato de la madre y su hijo de 6 años. La diligencia fue aplazada por petición de la defensa del procesado

La audiencia de juzgamiento contra Érick Ortega, sospechoso del asesinato de Adriana Camacho Bermúdez y su hijo Santiago, fue diferida por petición de la defensa del procesado. El tribunal indicó que no acogerá otro pedido de diferimiento. La diligencia  estaba prevista para hoy 8 de diciembre de 2020.

El crimen ocurrió el pasado 24 de febrero de 2020. La madre, de 36 años y su hijo, de 6, fueron hallados muertos sobre su cama. Ambos habrían sido envenenados y el principal sospechoso es Érick Ortega, pareja sentimental de la víctima, quien, supuestamente luego de haber cometido el hecho, habría salido del inmueble con una maleta. 

Ambos tenían un negocio en un centro comercial, del cual Érick habría retirado dinero antes de ir a Montañita, donde fue aprehendido un día después de encontrar los cadáveres, que estaban abrazados y con laceraciones en los estómagos a causa del químico.

"Ya son más de 6 meses pidiendo #JusticiaParaAdrianaYSantiago. @CJudicaturaEc. Estamos vigilantes de la Audiencia Preparatoria de Juicio por los asesinatos de Adriana Camacho y su hijo menor de edad, Santiago. ¡No más femicidios impunes!", publicó Billy Navarrete, secretario Ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH)de Guayaquil, el pasado 6 de septiembre, en una de las audiencias del caso.

Organizaciones en pro de la defensa de los Derechos Humanos y de la Mujer como el Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (CEPAM), están al tanto del proceso y promueven la campaña #JusticiaParaAdrianaYSantiago, con ese hashtag en las redes sociales.

Hasta hoy, habían pasado 288 días desde el fallecimiento de la madre y su niño. En primera instancia, se pensó que se trataba de un suicidio, pues en el lugar fueron hallados dos vasos con una especie de té, donde habían colocado el veneno. Luego, tras la sospechosa huida de Érick, sospecharon que se trataba de un femicidio.