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El cuerpo de la víctima fue hallado en su departamento. Tenía huellas de violencia, comentaron los investigadores.Cortesía

¡Dolor en el norte de Quito! Hallan a una mujer  degollada en su propio cuarto

La víctima estaba sin vida sobre la cama. Su madre la halló cuando fue a decirle que la comida estaba lista. Sucedió en San Juan de Calderón. 

Con cinta de embalaje en su cabeza y atada de pies y manos fue localizada Aidé Armas, de 43 años. Sucedió en San Juan de Calderón, en el norte de la capital.

La madre de la víctima la encontró muerta sobre la cama de su casa. Ella contó a la Policía que su hija había llegado de una fiesta a las 02:00 del pasado domingo.

Por la tarde, la testigo ingresó hasta el departamento de Aidé para avisarle que estaba listo el almuerzo. Pero se encontró con aquella escena desgarradora.

La mujer salió desesperada para pedir ayuda a sus vecinos, quienes llamaron a la Policía. Agentes de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) llegaron al lugar para levantar indicios.

Habría sido un robo

Iván Naranjo, jefe de la unidad, indicó que el crimen se habría dado por un robo y se descartó un femicidio. “El cuerpo tenía signos de violencia”, agregó. El oficial añadió que Aidé solía arrendar cuartos a personas extranjeras. Aunque cuando llegaron a la escena, ellas ya no fueron ubicadas en el lugar.

Presume que ellos estarían involucrados en el crimen. “Serían parte del mismo entorno social”. Naranjo dijo que a la víctima la conocían en el barrio como La Churona.

Un vecino, quien prefirió no identificarse, vive cerca del lugar y contó que la víctima solía llegar todos los días a las 19:00 de su trabajo y que era muy atenta con todos. Nunca la vieron con alguna pareja y tampoco tenía hijos. Además, no se metía en problemas y no tenía enemigos. “Se llevaba con todos”, indicó.

Según el morador, la mujer llegó a vivir allí hace tres años y habitaba en el último piso de aquel inmueble.

Los vecinos hablaban con los agentes para intentar esclarecer el hecho.GUSTAVO GUAMAN

Corte en el cuello

El habitante contó que las personas a las que arrendaba no daban buena impresión. “Eran jóvenes que no trabajaban, pero se les veía con buena ropa. Vivían cinco venezolanos, de entre 20 y 30 años”, precisó.

La mañana de ayer, los parientes fueron a retirar el cadáver en la morgue, noroccidente de Quito. Al principio, se conoció que la joven habría sido asfixiada.

Pero según el informe de la autopsia, ella habría sufrido una laceración en la arteria carótida de su cuello por arma blanca. Esta no fue encontrada en la escena del crimen por los policías.

Los investigadores recogieron versiones de los vecinos e intentaron recabar videos de las cámaras de seguridad que hay en los domicilios cercanos, pero ninguno de estos artefactos funcionaba.