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Tres ‘pepos’ y chao en el sur de Quito
Dos sujetos se bajaron de un auto y acribillaron a un hombre que sería Latin King. La víctima era de Chone, Manabí. Tenía antecedentes penales.
Cinco balazos y la calma con la que María vendía sus plátanos asados se terminó. Ella fue testigo del asesinato de un hombre en la avenida Morán Valverde y Lira Ñan, sur de Quito, a manos de dos sujetos.
“El señor (la víctima) y una chica se pararon un momento en mi puesto. Luego se fueron caminando”, contó la mujer aún asustada. Se trataba de Ramón Sánchez, quien iba con su pareja a encontrarse con una persona que les llamó por teléfono para ofrecerles un trabajo, la tarde del martes.
La esposa de Sánchez explicó a los policías que durante la espera un auto color vino se detuvo frente a ellos y los tipos se bajaron, les dispararon y huyeron en el mismo vehículo.
“La chica cruzó la calle y se puso junto a un árbol. Empecé a gritar que alguien viniera a ayudar”, relató María, quien no se movió de su puesto y solo vio cómo Sánchez, de 31 años, cayó al piso sin vida en medio del alboroto.
Sería un Latin Kings
Los bomberos, cuyo cuartel está a pocas cuadras, fueron los primeros en llegar. Revisaron a la víctima, pero ya estaba muerta. La acompañante, en cambio, no resultó herida.
Enseguida llamaron a los miembros de Dinased y Criminalística. Los agentes cercaron el lugar. Revisaron el cuerpo y se percataron que recibió tres de los cinco balazos: dos le impactaron en la espalda y uno fulminante en la cabeza.
Fausto Olivo, jefe de la Dinased, explicó que Sánchez era oriundo de Chone, Manabí, y formaría parte de la banda de los Latin Kings. “Tenía antecedentes penales por robo, tenencia de drogas y un proceso por asesinato”, confirmó el oficial.
Mientras se realizaban las investigaciones, una persona fue retenida para buscar más datos sobre el hecho. Al tiempo, allegados se citaron en el punto para conocer sobre lo ocurrido, pero no quisieron dar detalles de Sánchez.
El cadáver fue levantado en medio del temor de los transeúntes. “Esto es algo que solo había visto en películas, pero no aquí (en Quito)”, refirió María que prefirió seguir vendiendo sus plátanos asados tras culminar con las pericias.