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...Y de comer pum pum: ¡La 'almorzaron' a balazos!
La mujer estaba en su restaurante cuando llegaron dos hombre en moto y le dispararon. Según la Policía se habría rehusado a volver al microtráfico
Rehusarse a retomar sus actividades ilícitas, como expendedora de droga, habría sido la causa por la que Rosa María Idrovo Erazo fue asesinada al mediodía de ayer, en la manzana 10, de la cooperativa Urbasur, en el Guasmo norte, al sur de Guayaquil.
La mujer, de 55 años, recibió varios impactos de proyectil, cuando se encontraba en su local de comidas. En el lugar se hallaron dos indicios balístiticos.
La fémina, quien era la propietario del negocio, vestía blusa negra y un short floreado. Su cadáver quedó sobre la silla de plástico, color roja donde estaba sentada. Mientras que de su cabeza emanaba la sangre por los disparos recibidos.
Cámaras de seguridad captaron el momento en que los asesinos llegaron y acribillaron a la mujer.
El mayor Miguel Egas, jefe de la Unidad de Muertes Violentas de la Dinased, informó que la víctima estaba en el restaurante, acompañada de su conviviente. A los pocos minutos dos hombres a bordo de una motocicleta roja se acercaron al negocio y le dispararon por varias ocasiones.
El jefe policial mencionó que la fallecida registra procesos judiciales por porte de arma no autorizada y que, según testigos, ella se dedicaba al expendio de droga. “Al parecer la mataron porque se salió de esta actividad ilícita. Se trató de una muerte selectiva, utilizaron un revólver”, aseguró el mayor Egas.
El teniente coronel Manuel Vallejo, jefe del distrito Sur, manifestó que el crimen se habría tratado de una venganza. También dijo que en 2009, en la casa de Idrovo Erazo se encontró una pistola, una subametralladora, dos tubos silenciadores y dos cargadores para armas de fuego.
En la página de Función Judicial, con fecha 15 de febrero del 2009, consta que Rosa María Hidrovo Erazo fue detenida en el interior de un autobús en la avenida Hugo Cortez Cadena a la altura de la Casita del Guasmo, en el momento en que circulaba en compañía otro ciudadano, durante un patrullaje de la Policía.
"La acusada tenía en su poder un arma de fuego, concretamente un revólver calibre 38, característica cañón largo, color plateado, de fabricación nacional por lo que se procede a su detención. Ella ha aceptado libre y voluntariamente la responsabilidad en el hecho”, indica el documento judicial.