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Asesinados con varios balazos en la cabeza
Se investiga si las muertes tienen relación con el microtráfico de drogas, pues en la casa de uno de los fallecidos se hallaron indicios de esto
Los moradores del recinto Rocafuerte escucharon alrededor de cinco detonaciones de arma de fuego. El ruido, inusual para este populoso sector del cantón Naranjito, de la provincia del Guayas, provocó alarma y se llamó a la Policía.
Fue así que descubrieron los cuerpos de dos hombres maniatados y ejecutados en un camino de segundo orden y sin iluminación, que conecta a Rocafuerte con Primavera. Las víctimas presentaban varios tiros en sus cabezas y estaban a menos de dos metros de distancia entre sí.
Los pobladores se aglomeraron enseguida y con ayuda de las linternas de sus celulares trataban de identificar a los occisos, pues estaban seguros de que no eran de ninguno de los recintos cercanos.
El reloj marcaba las 21:00 del jueves 4 de noviembre y la lastrada carretera estaba obstaculizada de ambos lados. La policía acordonó la escena para evitar su alteración e iniciaron con la búsqueda de indicios. Entre los curiosos hubo alguien que identificó a una de las víctimas y dijo: “Es Mario papitas”. Se trataba de Mario Luis Bravo Intriago, de 43 años, conocido en Naranjito por su negocio de venta de salchipapas.
La otra víctima mortal, por uno de los tatuajes, fue identificada como Jefferson Alexander Inga Pilamunga, de 21 años.
Pedro Pablo Bravo Intriago, hermano de Mario papitas, conoció como a las 23:00 del asesinato de su familiar a través de las redes sociales.
Él les dijo a los agentes que Mario Luis había estado en prisión por la venta de sustancias sujetas a fiscalización y que “siempre tenía problemas por eso”. Esa versión fue confirmada durante el allanamiento a la casa de la víctima, pues le encontraron algunos indicios que lo involucran con el expendio de la droga llamada H.
El otro fallecido, según la base de datos policial, no posee antecedentes ni procesos judiciales pendientes.