Un cuarto sospechoso del secuestro de la asambleísta Yadira Bayas, ocurrido en Guayaquil, fue aprehendido luego de tres horas de los tres primeros implicados. Su captura se produjo en la avenida de las Américas, frente al coliseo Voltaire Paladines Polo, a las 00:15 de este martes 14 de enero de 2025.

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De acuerdo con información policial recabada hasta el momento, el hombre habría sido el beneficiario de una transferencia bancaria de 500 dólares, hecha desde la cuenta de la legisladora, durante el tiempo que permaneció raptada.

La traumática experiencia de la funcionaria empezó aproximadamente a las 18:55 del lunes 13 de enero, cuando tomó un taxi amarillo fuera de un centro comercial ubicado en la intersección de las avenidas Francisco de Orellana y Carlos Luis Plaza Dañín, al cual fue a realizar compras.

Mientras iba en el interior del vehículo, el conductor detuvo la marcha y se subieron cuatro sujetos, quienes la amedrentaron utilizando un arma de fuego.

Los individuos la amenazaron con atentar contra su vida si no les daba las claves de sus aplicaciones bancarias, para realizar transacciones. Además de los $ 500 traspasados a uno de los sospechosos, también resultó perjudicada con un retiro de 300 dólares en efectivo.

La llamada salvadora

Según los datos policiales, la funcionaria mantenía una llamada con su esposo, lo que a él le permitió escuchar que había sido secuestrada y que le gritaban insultos.

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Posteriormente, el hecho fue comunicado al ECU-911, lo que facilitó que se coordine ayuda con agentes de la Policía Nacional, para que se atienda la emergencia. Las acciones policiales permitieron la ubicación del taxi amarillo a las 20:30, en las calles Guaranda y Cañar, cerca del parque Forestal.

En el vehículo se encontraban tres sujetos, además de la asambleísta, la cual fue rescatada y puesta a buen recaudo. Los involucrados fueron llevados hacia la unidad de flagrancia adjunta al Cuartel Modelo de la Policía. 

Conductor con discapacidad

Uno de los datos que llamaron la atención en este caso es que el conductor del taxi era un hombre con una discapacidad en sus piernas, razón por la cual el carro fue adaptado para que sea maniobrado a pesar de esa situación.

Respecto al caso, el coronel Pablo Dávila, jefe policial de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), indicó que los sospechosos hicieron algunas transferencias bancarias y apagaban y encendían el celular. “Fue cuando pudimos triangular la ubicación de las llamadas”, explicó el uniformado.

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