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Son 72 circos en todo el país que están paralikzados. Artistas piden apoyoCortesía

¡Artistas quieren llevar el 'Circo Invisible' a las calles!

Esta es una de las propuestas del sector, golpeado por la crisis. Ya dialogan con el Ministerio de Cultura. Necesitan acceso a créditos de BanEcuador.

“Si el médico cura al enfermo, los artistas del circo curamos el alma”. La frase del payasito Marraketa, más que un decir, es un mensaje de quienes conforman este sector al ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, con quienes hoy se reunirán en Quito para analizar medidas que permitan reactivar o, al menos, paliar la crisis que enfrentan.

Una publicación de EXTRA mostró, en días pasados, la realidad que enfrentan los aproximadamente mil artistas de este medio. Y la respuesta llegó pocos días después de parte de Velasco.

“El tema del circo es complejo. Es, probablemente, el sector del arte y la cultura más precarizado. Y entendemos la situación, entendemos cuál es su problemática”, asegura el también artista y ahora ministro al señalar que se buscarán los mecanismos para darle vida a un circo que ‘sin risas y sin público se muere’.

“Yo me comprometo a revisar con ellos la situación”, dijo Velasco, consciente de que el circo viene golpeado desde antes. “Toda la paralización de octubre del año pasado (con las protestas indígenas) debe haberles afectado fuertemente. Y después este año, cuando quizá estaban empezando a recuperarse, les llegó la pandemia. Es un sector muy precarizado que viene enfrentando situaciones adversas”, reflexiona.

Artistas circenses han tenido que pedir ayuda a la comunidad.Cortesía

Y es que, paralizados desde el inicio de la pandemia, sin actividad y sin dinero para subsistir, los integrantes de los 72 circos que operan en todo el país buscan reactivarse o encontrar alguna alternativa para generar ingresos.

Pablo Calvache, presidente de la Asociación de Artistas Circenses Profesionales del Ecuador (Acirpe), recuerda que son cientos de familias las afectadas. Destaca el acercamiento que, por pedido del ministro Velasco, tuvieron ya con José Daniel Flores, subsecretario de Emprendimientos, Artes e Innovación, para buscar una salida.

Calvache, dueño del circo Rolex Ecuador, asegura que a la cita que se realizará hoy en Quito llevarán tres planteamientos en firme: que les permitan acceder a los préstamos de BanEcuador, facilidades para poder trabajar y la activación del Circo Invisible.

72 circos operan a escala nacional. Hoy, todos están paralizados.

El último plan, explica Calvache, también conocido como el payaso Marraketa, es una propuesta para reactivar a todos los circenses. “El Circo Invisible llevaría la diversión a todos los lugares del país. Con más de cinco meses encerrados y con los niños metidos en casa, la diversión con caravanas de artistas aparece como una especie de psicología del relax”, precisa.

César Caicedo, el payasito Flautín, del circo Roxelin, coincide con Calvache, señala que “esta pandemia (del COVID-19) nos tiene a todos traumatizados” y cree que la idea del Circo Invisible ayudaría a quitar el peso psicológico que tiene la gente con este virus”.

Pero además, tanto el payasito Marraketa como su colega Flautín, señalan que otra opción sería reabrir los circos con un aforo de al menos el 30 %, como ya se ha hecho con los circos y los cines.

Al respecto, Velasco precisa que “la complejidad del circo supone un desafío mayor” en cuanto a bioseguridad. “Lamentablemente, la lógica misma del circo, la informalidad del auditorio supone un riesgo grande para la salud con respecto a otros espacios”.

Pero Marraketa cree que “más contaminación hay dentro de una sala, de un cine, en donde todo está cerrado. Los ruedos (del circo) son plásticos, es carpa, donde podemos levantarla para que tranquilamente pase el viento de lado a lado. Y con las medidas de bioseguridad respectiva, son más seguros”.

BanEcuador, un “cura perecoso’’

Un formulario que diga ‘artistas’. Esa es la traba que impide a los circenses acceder a los créditos que ofrece BanEcuador para la reactivación económica, se queja el presidente de la Acirpe, Pablo Calvache.

“Exigen el RUAC (Registro Único de Actores Culturales), la mayoría lo tenemos, pero (acceder al crédito) es como el día en que encontramos un sacerdote que es muy ‘perecoso’ para hacer el bautizo de nuestro hijo: primero que no es la vela que se pidió, después el color de traje que no es, después otra cosa y otra cosa, es decir trabas y trabas”, se lamenta.

Por eso, uno de los pedidos será que a través del Ministerio de Cultura se busque el mecanismo para que los circenses puedan acceder a los préstamos.