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Ambato: ¡A perros mordelones los quieren fuera del barrio!
En albergue dicen que no pueden adiestrarlos y que se los debería sacrificar
Zoila María Garcés, de 84 años, y Jorge Wilfrido Garcés, de 67, siguen adoloridos y aún no han visto en un espejo las secuelas en sus cuerpos de las mordeduras hechas por los dos canes.
Madre e hijo fueron atacados en sus terrenos del barrio Santa Teresita, parroquia Huachi Grande, en el sur de Ambato, provincia de Tungurahua.
Alexis Garcés, pariente de las víctimas, quien llegó desde Quito, el sábado 21 de agosto de 2021, a visitarlos y para ayudarles a hacer un cerramiento en la propiedad, comentó que ese día la abuela iba a preparar colada morada y el tío fue a ver hojas de arrayán, a unas tres cuadras de la casa.
En el trayecto, los perros lo atacaron. Y como él tiene deficiencia auditiva y de habla, sospechan que por eso no pudo gritar ni pedir auxilio. “Si no hubiésemos estado con ellos ese día, estos perros los mataban”, indicó Garcés.
CRIADOS AGRESIVOS
Los dos adultos siguen en observación en el Hospital Docente de Ambato y su allegado ha acudido a la Defensoría Pública, a la Comisaría Municipal y al Albergue Canino Municipal para que se inicien las acciones judiciales.
Sandra Ojeda, de la Fundación Paquito, defensora de los derechos de los animales, aseguró que los canes no son malos, sino que actúan de acuerdo con su crianza.
“Muchas de estas mascotas de esas razas de temperamento fuerte, actúan bajo órdenes de los dueños. Actúan con agresividad porque los crían de esa manera”, insistió Ojeda, quien añadió que al ser un caso de agresión recurrente, el camino más viable es el sacrificio de los animales. Por su instinto agresivo, estos no pueden estar sin control.
Alexandra Lara, administradora del Albergue Municipal, mencionó que las mascotas de ese tipo no pueden ser llevadas a la entidad para adiestrarlas, sino que se las debe sacrificar.
El veterinario Edison Tipantuña manifestó que los canes saben dónde atacar y lo hacen en puntos claves del cuerpo, lo que significa que han sido entrenados.
Patricia Barona, tenienta política de Huachi Grande, expresó que hacen el seguimiento para que los perros sean retirados del sector y los dueños se hagan cargo de los gastos que afronta la familia.
“La gente en Santa Teresita son agricultores que deben andar libremente en sus terrenos, pero ahora temen salir por los perros. No queremos lamentar una muerte”, dijo Barona. YIE