Lo conocían como el ‘Loco Quiñónez’. La tarde del sábado, su cadáver apareció flotando en la laguna del parque La Carolina, en el norte de la ciudad. La Policía indicó que no se trataba de una muerte violenta porque no le encontraron signos de violencia en su cuerpo. Se presume que se lanzó al agua y que no pudo salir.

El cuerpo fue llevado sin identificación hasta el Departamento de Medicina Legal. Sin embargo, el individuo tenía 25 años y se llamaba Kenner Adrián Angulo Quiñónez.

No era un ‘pan de Dios’. Genoveva Mora, una comerciante del parque, comentó que el hombre era un habitante de calle que solía treparse a las ramas de los árboles para arrancarlas. Y perseguía a los deportistas para golpearlos con el palo. “Por eso le llamábamos el loco de los árboles”.

En ocasiones, cuando pasaba por el puesto de Mora, Angulo pretendía robarle una fruta, pero la señora le gritaba y se marchaba. “Fumaba droga e inhalaba cemento de contacto”.

Era agresivo

Según el Consejo de la Judicatura, Angulo registraba siete antecedentes penales por robo, hurto y daño a bien ajeno.

Su último delito ocurrió en junio de este año. Una mujer embarazada circulaba en su carro cerca del parque La Carolina y, de pronto, Angulo apareció con la rama de un árbol y golpeó el parabrisas rompiendo parte de este. También pegó a otras partes de la carrocería.

La víctima, desesperada, llamó a su esposo para que la ayudara. Él llegó e identificó al atacante. Lo persiguió por el parque hasta que encontró a un agente de tránsito para que lo ayudara. Ambos lo detuvieron, pero el indigente los atacó con el palo y se lanzó encima de la oreja del esposo de la señora.

Casi le desprende una parte. El herido fue trasladado de urgencia a un hospital para que le realizaran una cirugía.

Un agente del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM) del sector comentó que a él también le mordió la pierna izquierda cuando lo intentaba esposar, luego de que el mendigo rompiera el vidrio de un vehículo estacionado. “A uno de mis compañeros le partió el casco a palazos”.

El uniformado añadió que Angulo solía golpear las puertas de los restaurantes que no le regalaban comida y que están ubicados en la avenida República de El Salvador”.

24 horas de muerto

Jesenia Torres pedaleaba con su hermano menor en un bote por la laguna del parque. El adolescente le dijo que regresara a ver porque “parecía que había una rata”. La mujer pensaba que era una gorra de lana, pero al estar a medio metro se percató que era el cuerpo desnudo de una persona. “Se nos hizo raro que no tenga ropa. Parece que alguien lo arrojó ahí”.

El capitán Luis Calupiña, jefe del circuito Iñaquito, indicó que el cadáver tenía más de 24 horas debajo del agua y que el indigente habría muerto por sumersión. Con respecto a su ropa, se cree que la dejó en la orilla y que personal del Municipio la recogió antes del hallazgo.

Sin embargo, los comerciantes de los alrededores no creen que se haya lanzado solito.