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Aglomeraciones en la plaza de las flores por el Día de las Madres
En el mercado municipal de Guayaquil no se respetó el distanciamiento social. Compradores fueron hasta el lugar dos días antes del 9 de mayo, pues no quisieron que mamá se quedara sin ramo por el toque de queda
Geomara Delgado adelantó el Día de la Madre por las restricciones de movilidad que hay en 16 provincias del país, las cuales incluyen el toque de queda los fines de semana, para reducir los contagios del virus.
La joven fue hasta la plaza de las flores Zaida Letty Castillo, ubicada en la avenida Machala y Piedrahíta, centro de Guayaquil. Compró un ramito y le tocó hacer la reunioncita el viernes, pues no vive con mamá.
Ingrid Garzón, de 45 años, también acudió al sitio para adquirir flores y llevarlas a la tumba de su mamá, en el Cementerio General. “Vengo cada mes por un arreglo, pero este viernes se triplicaron los compradores. No se sale el domingo, pero acá hay aglomeraciones. Lo bueno es que es al aire libre”, indica.
Martha Peralta lleva 20 años trabajando en una de las florerías del mercado municipal y dice que no laborar este domingo es perder el 50 %, pero sostiene que es preferible eso a vivir lo del año pasado, cuando estuvieron paralizados. No está de acuerdo con que solo a determinados sectores les hayan permitido circular con tranquilidad.
“Nuestro producto no puede ser guardado, se marchita. Desde el lunes inició nuestro Día de la Madre y seguiremos trabajando a domicilio”, dice.
Personal de la administración afirma que el COE nacional no les ha dado ninguna disposición. Sin embargo, los floristas sostienen que laborarán desde ‘caleta’ y que en transportes autorizados movilizarán sus productos. “Concretamos con los clientes por WhatsApp, me dicen cuál ramo quieren y ellos pagan la carrera. Hay que presentar el RUC”, dice Mary Banchón, quien tiene 14 años trabajando en el negocio de las flores.
Conseguirle parqueo a los clientes es la función de Gonzalo Mero, quien ‘camella’ por 15 años en la plaza de las flores. Él está muy feliz con los resultados del miércoles, jueves y viernes: se ganó 50 dólares diarios. “En otros días no viene nadie en carro y no saco ni un dólar”, menciona el hombre de 55 años, quien también le ‘hace’ a la limpieza para conseguir unos dolaritos más.
Más difícil para los informales
Angélica Cepeda, vendedora informal, invirtió 30 dólares y le da miedo no recuperar el billete. Hasta el mediodía del viernes vendió cinco flores a un dólar cada una.
“Yo vivo del día a día y si no trabajo no como, Antes de la pandemia compraba seis paquetes con 24 rosas cada uno; este año solo dos”, expresa un poco decepcionada, pues afirma que ellos no cuentan con las facilidades del servicio a domicilio. Desde hace ocho años comercializa las flores en José de Antepara y Padre Solano, centro del Puerto Principal.