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Se aferran al recuerdo de su Nao, la chica que fue hallada sin vida en Manta
La joven era oriunda de Pedernales. Sus abuelos paternos cuentan los momentos de alegría que pasaron junto a ella. No creen que se haya suicidado
Naomi Arcentales sonreía siempre a los clientes que iban al restaurante de Adela Vera, su abuela paterna, en Pedernales, Manabí, de donde era oriunda. Les agradaba que los atendiera esa muchachita que lucía como una modelo: alta, cabello largo y de grandes ojos negros que se ‘achinaban’ con cada risa.
“Ella me ayudaba aquí cuando era estudiante. Era muy dulce, atenta, cariñosa”, describe Vera a EXTRA, que llegó a la casa donde la joven, hallada sin vida en un hotel de Manta, pasó gran parte de su infancia y adolescencia.
La mujer, de 65 años, se acomoda en una silla blanca dentro de su restaurante que está vacío. Ese mismo sitio, por donde su nieta se paseaba, se adecuó para el funeral, el 15 de diciembre pasado.
Tres días antes, el caso fue reportado a la policía luego de que el novio de Naomi, Juan Carlos Izquierdo, la encontrara cerca de un televisor, según la información inicial. Un cable rodeaba el cuello de la joven, de 23 años, lo que hizo suponer que fue un suicidio por ahorcadura.
Horas más tarde, la noticia de su muerte se ‘clavó’ en el corazón de doña Adela. “La abuelita materna me llamó y me lo contó. Yo no podía creerlo. Lloramos como nunca antes lo habíamos hecho”.
Ella ni su familia están convencidos de las primeras investigaciones. “Ella tenía toda una vida por delante. No es posible que se haya matado”, afirma la abuelita.
Una alegre niñez
Doña Adela hace una pausa. Olvida un momento su tristeza para alegrarse con los recuerdos de su nieta, quien nació el 3 de abril de 1998. Desde pequeñita, ella fue muy apegada a sus abuelos paternos y “en especial a mí”, dice.
La señora se ‘escapaba’ con la niña recién nacida a una casa que tiene la familia en Portoviejo. Adela la consentía mucho porque era como su otra hija. “Yo tuve cuatro varones y solo una mujercita. Para mi única hijita, ‘Nao’ era como su hermanita”.
Al terminar la escuela, Naomi cursó sus estudios en el colegio Ovidio Decroly de Pedernales. Tras cada jornada, regresaba a su hogar dispuesta a trabajar en el restaurante de su abuela.
“Dejaba sus cosas y venía enseguida a ayudarme”. Le gustaba limpiar, atender a la gente y después se ponía a jugar con sus primos más chiquitos. A ellos los llevaba a todos lados, junto con las muñecas con las que se divertía.
En las noches, cuando llegaba su abuelo Exequiel Arcentales, Naomi lo abrazaba y lo mimaba. “Me acariciaba la cabeza y me decía: ya estás con el pelo blanquito, abuelito”, recuerda el hombre, sentado junto a su esposa.
Con el tiempo, la joven salía con sus amigos o con sus primos más grandes. Su padre, un tanto celoso y bastante estricto, no siempre la dejaba ir. “Cuando él no le daba permiso, la niña me lo pedía a mí. Mi hijo a veces me reclamaba”, dice Adela, sonriendo al recordarlo.
No conocieron al novio
Hace unos años, Naomi, su hermana y su madre se fueron de esa vivienda. Residieron en Santo Domingo de los Tsáchilas y luego en Manta, refiere doña Adela, cogiéndose sus manos.
Pero ella siempre llamaba a su abuela por teléfono todas las tardes. Le preguntaba cómo estaba, lo que estaba haciendo. Aprovechaba también para pedirle consejos de cocina. “Una vez se puso contenta porque pudo hornar una pierna de chancho para una Navidad”, cuenta Vera.
A inicios de este año le llamó para decirle que se había operado su nariz. La quería tener más respingada. Con esa apariencia, muchos pensaban que en realidad se dedicaba al modelaje, pero no era así, según sus parientes. “Mi nieta era muy bonita. Le gustaba arreglarse y parecía una muñequita".
Aunque el contacto telefónico era frecuente, los abuelos desconocían muchas cosas de su “niña”, como le dicen cada que la recuerdan. “Tenía entendido que estaba estudiando, pero en realidad no sé lo que seguía”.
Pero no solo eso. Adela, su esposo y más parientes no sabían sobre la relación que Naomi mantuvo con Izquierdo, quien es fiscal del cantón El Carmen de Manabí. Estiman que posiblemente llevaban juntos entre cuatro meses a un año.
Semanas antes de su muerte, la chica quiso llevar a la madre del funcionario para presentarla con su familia en Pedernales. “Yo dije que no porque no sabíamos si la relación era seria”.
Una pareja ‘sólida’
En una carta digital publicada en el Facebook de Izquierdo, luego de la muerte, él asegura que la relación con Naomi era muy seria y no solo de un momento. “La fuimos construyendo a lo largo del tiempo y sobre la cual ella se ganó el aprecio y la consideración de mi entorno de amistades y familiares”.
El funcionario asegura que ambos mantuvieron un trato respetuoso, de camaradería y atención mutua. Incluso dice que personas cercanas a él podrían dar fe de eso.
Sin embargo, cinco días después del deceso, lo que decía Izquierdo en la carta se derrumbó. Empezaron a circular fotos que Naomi se habría tomado luego de ser golpeada, supuestamente, por el funcionario judicial.
Además, se adjuntaron las capturas de chats que la pareja habría mantenido. En estas, la chica le reprocha el comportamiento violento a su novio. Por eso, la teoría de un femicidio sigue cobrando fuerza, algo que sería indagado desde la Fiscalía.
Parecía una virgencita
Izquierdo asegura en la misiva que toda esta situación lo ha afectado a él y a su familia por la manera maliciosa en la que se ha difundido el caso. Además, contó de un presunto atentado en su contra la fecha de la muerte de Naomi.
“Nos vimos en la obligación de llamar a la policía para someter a estos agresores y de poner la respectiva denuncia”, escribe. Eso, según el jurisconsulto, impidió que fuera al velorio de su novia.
El funeral de Nao se grabó en la memoria de Adela, quien recuerda haber visto a su nieta con un brillo especial, a pesar de haber fallecido, dentro del ataúd café. “Tenía su carita preciosa, como de porcelana. Parecía que estaba dormida y lucía como una virgencita”.
Luego de tenerla por unas horas en el restaurante, su cuerpo fue llevado a la iglesia de Pedernales, donde se ofició una misa. Finalizada la ceremonia, sus allegados trasladaron el féretro en hombros y lo colocaron por unos breves instantes en la entrada al cementerio de la ciudad.
Su familia quería verla por última vez. Abrieron la caja, tocaron el vidrio y se lamentaban, a gritos, que no volverían a mirar nunca más la sonrisa de aquella muchachita que parecía modelo.
Naomi y su novio no estuvieron solos
Según la información policial, Naomi y su novio tuvieron una reunión en el lugar donde ocurrió la muerte. “En la sala de ese departamento había varias personas consumiendo alcohol conjuntamente con el señor Izquierdo”, dice Luigi García, abogado de la joven.
Tras esto, la pareja tuvo una discusión, lo que hizo que durmieran en habitaciones separadas. La chica habría cambiado la clave de la puerta de su cuarto, por lo que cuando Izquierdo intentó entrar a verla, no pudo hacerlo, a decir de las pericias.
García indica que todo esto tiene muchas inconsistencias porque aparentemente la chica no solo tenía un surco en su cuello, sino también moretones en el cuerpo.
“Además, es muy raro que ella se haya suicidado colgándose cerca del televisor y toda la habitación se encuentre en orden”, analiza Janina Sabando, tía política de Naomi. Ella y sus demás parientes llegaron a esa conclusión luego de mirar el departamento en donde fue encontrada.
Ante ello, García indica que serán llamados a declarar el novio y quienes estuvieron con ellos. Solo así se sabrá qué sucedió durante las últimas 24 horas de vida de la joven.
Por ahora, no se ha dictado algún tipo de medida en contra de Izquierdo. En su trabajo, en la Fiscalía de El Carmen, no se ha reincorporado. Así lo confirmaron a este medio que visitó el edificio judicial, ubicado en la calle Vicente Rocafuerte, cerca del parque central de la ciudad manabita. Una funcionaria dijo que no se sabe cuándo regresará su colega.