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El 28 de febrero fue un día en el que los urdesinos, los que se fueron y los que aún quedan, decidieron pasar por el negocio para despedirse de sus amigosMIGUEL CANALES

Un adiós emotivo: Urdesa despide a su icónico minimárket después de 58 años

El emblemático establecimiento cesa sus funciones luego de casi seis décadas en servicio

Un torbellino de emociones marcó la despedida de un mini mercado que abrió sus puertas en 1966 en Lomas de Urdesa, específicamente en la Sexta y avenida del Rotarismo. Este establecimiento transformó el vecindario al ofrecer productos de primera necesidad de una manera innovadora.

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Además de los artículos esenciales, los clientes podían disfrutar de música proveniente de clásicos discos de vinilo, y los propietarios incluso preparaban platillos para compartir con la comunidad. Una propuesta que nació del barrio y para el barrio.

Este cálido ambiente familiar ha abrazado a los urdesinos desde entonces, pero el 28 de febrero del 2024 marcó el cierre definitivo de este local, tras 58 años de existencia. ¿La razón? Los propietarios, tres hermanos (uno de ellos con 88 años) y un cuñado, han decidido que ha llegado el momento de descansar, poniendo fin a una persistente trayectoria en el negocio.

EstablecimientoInicialmente el negocio se ubicaba diagonal a la calle Sexta, luego pasó al sitio actual. En el espacio funcionará una cafetería.

Helen Feijoo, una de las personas propietarias, experimentaba dificultad al asimilar la idea de decir adiós, pero mostró emociones encontradas al presenciar la llegada de amigos que había hecho a lo largo del tiempo, así como antiguos vecinos, al minimarket que se había convertido en un punto de encuentro en este sector del norte. Los abrazos, las sonrisas y frases como "¿Te acuerdas cuando..." o "¡Cómo has pasado!" fueron parte integral de este emotivo momento.

"Ya somos personas mayores y gracias a este negocio, todos mis sobrinos pudieron recibir educación y alcanzar sus profesiones; ahora tienen sus vidas y nadie está dispuesto a hacerse cargo del negocio... Aquí vinieron personalidades como León Febres-Cordero, Andrés Gómez, futbolistas y mucha gente que, con la llegada de Samborondón, se fue", compartió Feijoo, al revelar que durante la pandemia se vieron obligados a realizar entregas a domicilio. Afortunadamente, les fue bien en esta nueva modalidad.

Momento exacto de amigos y ex vecinos conversando con los propietarios del localMIGUEL CANALES

Sin embargo, la llegada de supermercados provocó una disminución en las ventas. A pesar de ello, la familia persistió y decidió poner más énfasis en la atención al público. "Nos vamos en buen tiempo", comentó Helen Feijoo.

Su hermano, Charber Feijoo, también coleccionista, compartió que comenzó a trabajar en el lugar a la edad de 14 años. Pronto cumplirá 72 años en mayo, y cerrar las puertas del negocio no le causa tristeza. Para él, es motivo de alegría ver que pudo formar amistades duraderas con los residentes a lo largo de los años.

"No era una tienda de barrio; era la familia que tenía la tienda en el barrio. Mi abuelito compraba ahí, mi mamá compraba ahí, mis hijos compraban ahí. Tu entrabas y sentías amor."Diego Arcos, residente y periodista

“Recuerdo tantos casos, pero hay una anécdota particular: la de un niño de seis años, hijo de un buen amigo, que se acercaba a la caja y se cogía un chocolate o chupete, pero el papá regresaba a pagar”.

Acotó que durante los 60, 70 y 80 no fueron víctimas de la delincuencia, pero en los 90 sufrieron su primer asalto. El último ocurrió en 2010. “Nos tiraron al piso”, recordó Feijoo.

"La atención siempre fue divina, y bueno, todos son mayores y esperamos que descansen. Vine más adulto, pero es mi tienda preferida, ahí están mis amigos."Carlos Julio Salazar, residente

Diego Arcos fue uno de los moradores más nostálgicos al enterarse del cierre del local, en que sus paredes colgaban, afiches The Beatles o el legendario Elvis Presley.  El periodista Arcos recordó que "todo el mundo iba allí", pues al ser un negocio familiar, todos los vecinos se sentían a gustos en el lugar y el trato era de primera.

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Novedad. Los discos de vinil aún se conservan intactosCortesía

“Yo nací y crecí en Urdesa y al entrar sentías amor. Una vez llevé a beisbolistas, pues en el sitio vendían unas empanadas y pastelitos por los que aún me preguntan”, narró Arcos, quien denotó alegría debido a que también en esa época había aparatos tecnológicos en el lugar.

Sin embargo, más que una despedida, fue un momento para unir al barrio. Al enterarse de la despedida, muchos decidieron regresar, incluyendo a algunos de las urbanizaciones en las afueras de Guayaquil. Al llegar, descendieron de sus autos y se desataron los abrazos, las sonrisas y otras expresiones de cariño hacia sus amigos, sus "familiares", como hicieron hincapié.

"Teníamos nuestro trabajo cerca y siempre bajábamos (de Lomas) mientras grabábamos discos con Tranzas. Me da nostalgia que se vaya, pero son ciclos".Douglas Bastidas, residente y músico

Douglas Bastidas fue uno de esos visitantes. Rememoró su época en la agrupación musical Tranzas y entre risas recordó cómo, durante las largas jornadas de grabación, él y sus compañeros solían hacer pausas para visitar la tienda. "Es impresionante que haya durado tanto, más de 50 años. Los voy a extrañar mucho", expresó con nostalgia el cantante.

A las 18:00 de este 28 de febrero estaba programado el cierre del local. La familia anticipó que un ciudadano originario de la provincia de El Oro transformará el espacio para convertirlo en una cafetería. Esta nueva iniciativa mantendrá el nombre de Las Lomas.

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