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Artistas entonan acordes que curan el luto
Los artistas se inspiraron en la memoria de un pariente fallecido para dar las serenatas. En este feriado, acompañaron a decenas de familias a honrar la memoria de los difuntos.
Cuatro músicos llegaron de otras ciudades a Quito y se mandaron una gira de conciertos durante el feriado.
No eran artistas ordinarios. Sus escenarios no fueron costosas tarimas con artefactos tecnológicos, sino nichos y mausoleos en los cementerios. No tuvieron un club de fans que los alentara. Su público fueron los familiares de los muertos y las almas de ellos.
Tres mariachis y un guitarrista acompañaron a los cientos de ciudadanos que acudieron al camposanto de La Magdalena, sur de Quito, por el feriado del Día de los Difuntos.
Roly Oliva es el cantante y director de la agrupación Nuevo Sol. Afinaba su voz con cautela. Se le escuchaba un poco ronco. Eran las 11:00 y el artista ha cantado por más de dos horas. Les dice a sus compañeros que iniciaran unos acordes con la tonalidad de Do mayor e interpretaron la canción ‘Amor eterno’, del artista Juan Gabriel.
Luego, el cliente les pidió una canción que no conocían. Oliva y los músicos se dieron la vuelta, revisaron en un celular los acordes y cantaron la letra leyéndola en el teléfono como si fuera un teleprónter. “Debemos cumplir con lo que nos piden, sin defraudar”.
En memoria de los parientes
Oliva formó la agrupación en honor a su abuela. El hombre, de nacionalidad peruana, contó que su sueño fue cantarle en vivo a su pariente, sin embargo, ella murió antes de que terminara sus estudios.
Favio Heraldo es el trompetista y es oriundo de Puerto La Cruz, Venezuela. El músico se unió a la banda el Día de los Difuntos del año pasado cuando conoció a Oliva. Según Heraldo, se sintió identificado con su historia. Al extranjero también se le murió su madre, quien lo apoyaba en su carrera musical. “Cada vez que escucho la melodía de mi trompeta, veo a mi madre alegre por mí. Sonriéndome”.
Xavier Cedeño es el más callado de los tres. Él toca la guitarra y afirmó que durante este feriado ha sido el guardaespaldas de la banda, porque ha tenido que cuidar los instrumentos de los ‘choros’ y de la lluvia.
Cerca de ellos, sonaba una guitarra acústica interpretada por Jaime Chávez, un cantautor colombiano que desde que murió su madre por el coronavirus, el 28 de julio de 2020, él decidió dar serenatas en el cementerio de La Magdalena.
Este es el tercer año consecutivo que lo hace. Dijo que no cobraba y que lo hacía por voluntad y agradecimiento.
Chávez saludó con sus homónimos musicales y juntos salieron del establecimiento con rumbo a otro para continuar con su gira de conciertos.
Joselito Santillán fue uno de los oyentes que disfrutó de las serenatas. Para él, la música enriquece la tradición del Día de los Difuntos y reaviva la nostalgia de los recuerdos. Él tiene a cuatro parientes enterrados en dicho camposanto, por eso pidió las canciones que más les gustaba a ellos para, de alguna manera, “sentirles cerca de mí”.