Con dos dedos de su mano izquierda mutilados y huellas imborrables, en su corazón y en su mente, terminó el calvario y la tortura que durante seis días vivió el cabo de la Armada chilena, Luis T., quien fue secuestrado en Ecuador.

El extranjero, de 31 años, fue raptado, a las 18:00 del pasado martes 29 de noviembre, en los exteriores de una urbanización de la parroquia La Aurora, de Daule. Paseaba a su mascota, cuando fue interceptado por cuatro sujetos, quienes a la fuerza lo subieron a un vehículo y se lo llevaron.

El rescate del uniformado, quien está casado con una ecuatoriana y tiene aproximadamente 12 meses residiendo en Ecuador, se realizó por agentes de la Unidad Antisecuestro (Unase) de la Policía a las 03:00 de ayer, en una vivienda de la ciudadela Abel Gilbert de Durán, cerca al Malecón de este cantón.

El coronel Fabary Montalvo, comandante subrogante de la Zona 8, explicó que por información “de relevancia” se conoció que el militar chileno estaba secuestrado en Durán y que allí, además, se logró la detención de uno de los individuos que habría participado en el rapto y que era quien lo custodiaba. El sospechoso es Jonathan Javier Orellana Moreira, de 30 años.

“Horas después del secuestro, la esposa del chileno recibió mensajes donde le pedían 100.000 dólares para su liberación. Es necesario mencionar que fue alto el nivel de violencia en contra de la víctima, ya que le han amputado dos dedos de su mano izquierda, por lo que una vez liberado fue trasladado a una casa de salud. Las investigaciones continúan para dar con los responsables de este hecho”, afirmó.

Dijo que el extranjero, una vez que se radicó en Ecuador, compró una casa y tal vez por esa inversión se produjo el secuestro. “Ha hecho una inversión comprando un domicilio en este país. Presumimos que tuvo acercamiento con algún individuo que pensaba o piensa que tiene una posición económica elevada, razón por la cual buscaron beneficio de este secuestro. Según versión de familiares de la víctima, han depositado $ 4.000 directamente desde Chile a la cuenta de los secuestradores, pero ellos pedían más”, sostuvo.

Una fuente policial reveló que otras cinco personas habrían participado en el secuestro y que quienes cometieron el delito pertenecerían a la organización criminal Chone Killers. En una urbanización de Daule, la Policía encontró evidencias relacionadas con el secuestro del extranjero, uno de los cabecillas es conocido con el alias de Gato Celi.