Aunque su corazón está destrozado en mil pedazos y sus ojos hinchados de tanto llorar, en los recuerdos de doña Carmen están intactos los momentos que compartió con su nietecita, la niña de 3 años que fue asesinada con un tiro en la cabeza la tarde del pasado miércoles.

Este crimen aumenta a 12 el número de menores de edad victimados en la Zona 8, que abarca a los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón (solo en los tres primeros meses de 2022, en todo el 2021 se registraron 11), se produjo en la cooperativa Dignidad Popular, en el sector de Las Malvinas, en el sur porteño.

Entre lágrimas la abuela de la pequeña relató a este Diario cómo se produjo el suceso que le arrebató la vida a su princesa, como solía llamar a las más chiquita de la casa. “Con mi esposo estábamos vendiendo empanadas. Mi nietecita todas las tardes llegaba a mi puesto, recién terminaba de comer cuando arribaron tres hombres en un carro, dos se bajaron y dispararon”, relató Carmen con su voz entrecortada.

Contó que Susanita era la única hija del segundo de sus vástagos y que sus padres ya la habían matriculado en la escuela. “Quiero justicia para mi nieta, que su muerte no quede impune, como cada muerte que hay ahora. Mi niña estuvo jugando con otros niños. Su madre, al escuchar los tiros, se paró y salió corriendo. Fue ahí que la bala le ingresó en su cabeza”, relata, mientras que Miguel, su esposo y abuelastro de Susanita, la abrazan y brindan consuelo.

“Mija, recuerda tu presión, se te va a subir la azúcar, sé fuerte mi amor”, pronunció el adulto mayor, antes de también indicar cómo se produjo la balacera en que la peor parte la llevó la niña que no tenía su sangre, pero que consideraba su nieta.

“Nosotros somos gente de trabajo. Con mi esposa tenemos como 20 años vendiendo empanadas. La bebe iba todos los días a comerse su empanadita, le gustaban las de queso y las de pollo. De un momento a otro vi que dos tipos que se bajaron de un carro negro, dicen, pero yo lo vi azul. Luego los veo cruzar, pasan al lado de nosotros y comienzan a disparar”, recordó Miguel.

Lo primero que escuchó fueron los gritos de su esposa diciendo “cuidado, cuidado, la bebe, la bebe”. Al voltear vio a la criatura herida.

“Por la misericordia de Dios no hubo más víctimas. Minutos antes los hijos del hombre al que buscaban los asesinos estuvieron jugando con mi nieta. Nosotros estuvimos en medio de la balacera y creemos que el ataque fue repelido”, sostuvo Miguel.

El general Víctor Zárate informó que la persona a quien los criminales querían matar salió de la cárcel en el 2020 y que al momento del ataque se encontraba en el interior de un local que estaba acondicionando.

Cuatro horas después del asesinato de la menor, la Policía detuvo a los presuntos causantes, Job Alberto Benalcázar Clavijo, quien tiene antecedentes por porte de arma; y Bryan Alexis Limones Caiche, procesado por robo.

Nota: (Por ser la víctima menor de edad se cambió su nombre y el de sus familiares).