El mejor obsequio no llegó envuelto en papel navideño y adornado con una cinta brillante. El más valioso regalo para los niños del Hogar Inés Chambers fueron los abrazos, mimos y el afecto brindando por quienes, cargados de amor, llegaron para agasajarlos y recordarles el nacimiento del Niño Jesús.

EXTRA y un grupo de personas solidarias hicieron posible que 40 pequeños disfrutaran de dos horas de entretenimiento y obsequios.

Las sonrisas de los agasajados iluminaron el espacio donde conviven y juegan a diario: el patio de la casa de acogida de menores de edad en situación de riesgo ubicada en las calles Domingo Savio y Tungurahua, en el centro-sur de Guayaquil.

Plo-Pló los hizo cantar

Manuelito, de 5 años, fue uno de los niños que se destacó por su entusiasmo. A través de sus gestos, él expresaba su alegría por tener en frente a Plo- Pló, el humorista que animó el colorido evento.

Pero antes del show, el payasito ya había arrancado sonrisas en Sarita, Samuel, Miguel y Marthita. Ellos no dejaban de aplaudir.

- “¿Quién quiere un globito, verde o rojito?”.

- “¡Yo quiero!”, respondían al unísono los niños.

El humorista se acercó hacia ellos y con su singular sonrisa les entregó los globos. Rojo para las mujeres y verde para los varones.

Las organizadoras ayudaron a que ninguno se quedara sin su obsequio. También recibieron gorritos de Papá Noel.

Plo-Pló cantó, bailó e interactuó con los chicos. Les entregó premios a los que más aplaudían y a los más sonrientes. Felicidad desbordante.

“Navidad es la fecha en que se conmemora el nacimiento de Jesús. Estamos contentos por compartir con ustedes”, manifestó el artista antes de concluir su presentación.

Luego entró en escena Papá Noel para compartir su mensaje de ilusión y amor.

“¡Él sabe de ti / Él sabe de mí / Él lo sabe todo / No intentes huir / Santa Claus llegó a la ciudad”. Al ritmo de esta canción navideña, el bonachón personaje apareció ante los emocionados ‘pelados’.

“¡Llegó Santa! Nos trajo los juguetes”, expresó Gabriel, quien gozaba sentado en el improvisado salón de eventos.

“¡Santa, Santa!”, exclamó Isabel, extendiendo los brazos hacia el gordito de mejillas coloradas. El anhelo de la niña, de 8 años, era conocer y abrazar a Papá Noel.

Marcela, quien por un problema de salud permanece en una silla de ruedas, tampoco pudo disimular su emoción. Sus ojitos se iluminaban con cada una de las canciones navideñas interpretadas por Papá Noel.

Tras 20 minutos de show musical, el Viejito Pascuero anunció que debía cumplir con otro compromiso, pero les compartió un mensaje: “Niños, pórtense bien, tomen la sopita, hagan caso”.

Un emotivo pedido

Tras saborear un aperitivo, llegó el momento de la entrega de obsequios. Los pequeños se levantaron y extendieron sus brazos para recibirlos. “Nos van a dar regalos”, le susurró Pamelita a su amiguita Melany. Ellas fueron las primeras en recibir los presentes y, aunque en ese momento no pudieron abrirlos, el solo hecho de tenerlos en sus manos las colmaba de felicidad.

Pero los niños de la casa de acogida no solo estaban ávidos del cariño material, también del calor humano. Antes de que concluyera la celebración, José, de 11 años, se acercó a Yadira Guevara, una de las solidarias lectoras de EXTRA que contribuyó con el agasajo y le pidió que de regalo le diera un abrazo.

Pedro, quien miraba la acción de su compañero, hizo lo mismo: “¿A mí también me regala un abrazo?”, preguntó. Y la respuesta de Yadira fue un bálsamo para su alma: “Por supuesto, mis amores”, a la vez que sus brazos rodeaban a los dos chiquillos.

Para los niños del Hogar Inés Chambers, esta fecha tiene un valor superior al de cualquier juguete o evento. Navidad, para ellos, es amor y esperanza de algún momento volver a abrazar a sus padres o hermanos.

AGRADECIMIENTO: 

MoMo's Bakery School y Cafetería Bombon's de Garzocentro Shopping.