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El Municipio de Quito anunció que luego de los trabajos el puente es seguro de transitar. Los moradores lo dudan.Cortesía

Río Monjas: 30 años de miedo y erosión

Años atrás, la creciente  se llevó la capa asfáltica de una vía. Hace pocos días, arrastró a tres personas tras una lluvia, en el norte de Quito

Fueron aproximadamente 15 días de cierre. El puente La Marquesa, en el sector de La Pampa, en el noroccidente de Quito, fue rehabilitado para el paso de buses y autos.

Días antes, las bases del viaducto se encontraban prácticamente en el aire, un problema anual que se agravó el mes pasado producto de las lluvias que azotaron a la capital.

Pero la situación del puente de La Marquesa no es el único que aqueja a la cuenca baja del río Monjas. La Secretaría de Seguridad identificó otros 15 puntos críticos a lo largo del afluente de 17 kilómetros de longitud. (Ver infografía)

“Si hace treinta años se sabía la situación de la cuenca, no se habrían permitido los asentamientos en el sector”, dijo Freddy Yandún, principal de la Secretaría de Gestión de Riesgos.

Cuatro barrios se comunican a través de este puente

Para la entidad, los trabajos son solo de mitigación y no serían suficientes debido a las “crecidas repentinas, sedimentación, erosión y socavación del cauce”.

Yandún explicó que Riesgos es la que determina los puntos críticos, pero que no disponen del presupuesto para realizar los trabajos, pues estos son delegados a distintas entidades del Cabildo.

Vecinos preocupados

Barrios como Balcón del Norte también han sido afectados por la crecida del río Monjas.René Fraga

Para moradores de La Pampa como Cristina González, el puente es vital. Une al sector con Pomasqui y barrios como Santa Rosa y Veintimilla.

Inquietud

Sin embargo, la rapidez de las obras la mantienen inquieta, pues creen que la mitigación preventiva puede ser insuficiente para aguantar la crecida del río Monjas que esta semana arrastró a tres personas desde el sector La Esperanza. Dos aparecieron muertas.

“Hemos entregado varios oficios a la administración zonal porque queremos que se haga un trabajo a profundidad y evitar que ocurra una desgracia. Lo único que hacen es darle una mano y que quede ahí hasta el año siguiente”, dijo.

Con ella concuerda Sara Mite, dirigente barrial de La Victoria, quien señala que este año el río se llevó hasta los patios de algunas viviendas. “Tememos que si no se reemplaza el puente por algo más estable un día se va a caer”.

Su miedo no está infundado, pues hace seis años, el Monjas se llevó la mesa asfáltica del puente Pedro del Mercado y la comunidad perdió el viaducto durante tres años, hasta que se construyó uno nuevo. “Ya lo hemos visto, por eso tenemos miedo”, dijo.

Según la Empresa de Movilidad y Obras Públicas, que llevó a cabo la intervención, en el puente se hizo un enrocado en el estribo del mismo para darle estabilidad, lo que ayudó a reforzar sus bases.

La empresa municipal añadió que “posteriormente, de ser necesarias, se tomarán otras acciones”, pero que al momento no cuenta con intervenciones pendientes o en proceso para el viaducto.

No se tiene fechas para las distintas intervenciones que deben hacerse, pero los moradores esperan que sea antes de las próximas lluvias. “Tenemos años viviendo así y queremos que nos ayuden, porque quien sabe si con más lluvias nuestras casas se mantienen a flote”, añadió Mite.