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Moradores de la ciudadela Maldonado se quejan por los malos olores que despiden los pozos sépticos rebosadosMarcelo Gutiérrez

Durán: 24 horas de pestilencia sectorizadas

Más de la mitad de los duraneños no tienen alcantarillado sanitario. Muchos botan sus desechos al río, mientras que otros no soportan los olores.

No solo la deficiencia del agua potable en Durán es un problema para la ciudadanía, sino también la falta de alcantarillado sanitario.

Uno de los sectores más afectados y que según sus habitantes tiene más de 30 años de creación es la ciudadela Maldonado, ubicada en el norte de la ciudad ferroviaria.

En este lugar, donde habitan más de 300 familias, desechan sus aguas servidas a pozos sépticos (reservorio de aguas residuales domésticas) que fueron construidos por ellos mismos, en algunos casos hace más de 20 años.

“Todas las casas del sector tienen pozo séptico y algunos han conectado tuberías al sistema de aguas lluvias que terminan en el río”, comentó Edison Chávez, vecino.

Deysi Tomalá, moradora de la ciudadela Maldonado, comentó que hace 32 años llegó a vivir al sitio, cuando la calle era solo de tierra y en medio de la vía pasaba un canal de agua.

“Nos dijeron que antes de arreglar la calle nos iban a poner alcantarillado, pero no ocurrió eso”, señaló.

En la manzana 18 de la ciudadela Maldonado sus habitantes no saben qué hacer con el inconveniente de los reservorios de aguas residuales domésticas, estos ya han colapsado.

En estos lugares se observa como desde varias casas han colocado tubos que desembocan en las cunetas y estas a su vez hasta el alcantarillado pluvial (de aguas lluvias), el cual termina en el río Babahoyo, donde muchos habitantes se abastecen del líquido vital.

“Es insoportable el olor. Tenemos que contratar, en el Municipio, los carros que succionen las aguas servidas. Pero debido a la marea esto se llena de inmediato. Han pasado varias administraciones y ninguna ha hecho algo por el alcantarillado”, manifestó Pedro Abad, otro habitante.

Alexandra Quevedo mencionó que gastaba entre 120 y 150 dólares para limpiar la letrina de su casa. “Antes de la pandemia pagábamos por la limpieza, ahora utilizamos nuestra propia bomba de succión para sacar los líquidos, en la actualidad no hay plata para pagar eso”, refirió.

Pero no solo este sitio vive con la problemática, sino también otros lugares como el sector 13 de Los Helechos, la cooperativa Colinas del Valle, donde sus habitantes también tienen pozos sépticos.

Ellos comentaron que no tienen más opción que lanzar las aguas residuales (de las lavadoras de ropa) a las calles porque si lo hacen a los pozos sépticos estos colapsan.

Sin embargo, hay moradores de estas zonas populares que mencionaron que sus pozos no han colapsado porque viven más alejados del río.

La Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Durán (Emapad), a través de su vocera de comunicación, Monserrat Naranjo, señaló que trabajan en solucionar el problema del sistema de alcantarillado sanitario.

“Tenemos tres sectores que cuentan con un sistema de tratamiento de aguas residuales. Pero también conocemos que la mayoría de la población no tiene el servicio de alcantarillado”, comentó Naranjo.

RÍO BABAHOYO PODRÍA ESTAR CONTAMINADO

Para el vocero de la Fundación médica contra el ruido, ambientes contaminantes, adicciones y tabaquismo, doctor Francisco Plaza, la situación de Durán es crítica, ya que las aguas residuales que son lanzadas al río podrían provocar problemas en la salud.

“Problemas de tipos digestivos y dermatológicos son los más comunes en personas que utilizan aguas contaminadas. Y poner cloro al agua no la libra de todas las bacterias, mas aún podría convertirla en tóxica para los seres vivos”, manifestó el galeno.