El 2021 estará marcado por la espiritualidad, los movimientos telúricos y la política, sentencia la tarotista Tania Cáceres. Ella barajó las cartas para Diario EXTRA y estas fueron las predicciones para los próximos 365 días.

En general habrá un cambio en la humanidad. Las personas se volverán más espirituales, “se liberarán del pasado y curarán sus heridas”.

Con respecto a los acontecimientos mundiales, Cáceres observa que en el primer trimestre existirán conflictos políticos entre algunos gobiernos. Una corriente ideológica buscará erradicar la pobreza con nuevos mecanismos...

Las cartas de la tarotista también develan que en 2021 también habrá desastres naturales. Ella predijo sismos potentes en el mundo, “como el terremoto que tuvimos en 2016 (en Pedernales, Manabí)”.

En total, Cáceres ‘visualiza’ cinco eventos catastróficos de este tipo.

Y por si fuera poco, una pareja de famosos, querida por muchos, se separará en este año y eso será noticia en todos los medios a nivel internacional.

¿Y EL COVID?

Pamela Pichucho, coach espiritual, ve a la pandemia como parte de la cúspide de un proceso energético de más de 800 años en la humanidad y, a su criterio, habrá una evolución.

Según ella, atravesamos un cambio de era, en donde existe un “despertar de la conciencia en las personas”.

Añade que el coronavirus es el ‘sacudón’ que marcará la nueva época, una que, para Pichucho, lo más importante será el servicio por los demás y por uno mismo. “Se acabará el materialismo y lo primordial serán los valores”.

Considera que con la aplicación de la vacuna en la población vulnerable, muchos aprenderán a ser empáticos.

Para la mujer todo se trata de energías y convicción. Sin embargo, confiesa que no todas las personas son fuertes en este aspecto y se debilitan. Por eso recomienda que para transmutar la energía del ambiente en donde vive o trabaja puede quemar un tallito de salvia blanca para atraer lo positivo. Asimismo, para limpiar la mala energía, Pichucho recomienda quemar hierbas dulces o un trozo de palo santo.

AFERRARSE A DIOS

Luis Mejía, sacerdote de la parroquia de Chillogallo, en el sur de Quito, reconoció que la pandemia fue un hecho que hizo reflexionar al mundo sobre el valor de la familia como base de la sociedad. “Aprendimos a comprar, comer y tener lo necesario para vivir”.

El religioso también advierte que este año la humanidad atravesará varias crisis económicas y emocionales. Comenta que el coronavirus ha cambiado de actitud a muchas personas que eran egoístas y aprendieron a compartir con el vecino.

Mejía recuerda que durante la historia de la humanidad hubo conflictos mundiales y desastres naturales. “Hay que tener esperanza en Dios y todo saldrá bien”.

En las calles, la gente tiene incertidumbre de cómo será este nuevo año. Carlos Núñez no es supersticioso, pero considera que habrá que tener fe en algo para que no pase lo mismo que ocurrió en 2020. El joven, de 27 años, está preocupado por las elecciones presidenciales. “De eso depende nuestro futuro como país y todavía no sé por quién votar”, señala.

Por su parte, Alexandra Samaniego, creyente católica, indica que el año pasado fue una señal de Dios para que la humanidad cambie de rumbo. “Si en el 2021 no evolucionamos como personas, nos irá peor”.