Transformar rostros famosos en verdaderas obras de arte forma parte del día a día de José Meléndez (30 años), un artista del maquillaje que atraviesa su mejor momento profesional en México. Para él, trabajar con celebridades no es solo un logro, sino una “experiencia religiosa”, como lo define entre risas.

Desde hace un año, este caraqueño ha logrado abrirse paso en el competitivo mundo del entretenimiento mexicano, colaborando con figuras tan reconocidas como las presentadoras de Televisa, la peruana Laura Bozzo y la venezolana Marie Claire Harp; las cantantes Yeri Mua y Bella Kat, y las influencers Wendy Guevara y Lele Pons.

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“La estoy partiendo con el tema del maquillaje”, afirma con entusiasmo al otro lado de la línea telefónica. No es para menos: en varias ocasiones ha maquillado a modelos y personajes para las portadas de los suplementos Expresiones, Dominguero y Semana de Granasa, casa editorial de EXTRA y EXPRESO. Por sus manos han pasado Dayanara Peralta, Carolina Jaume, Emma Guerrero, Érika Vélez, entre otras.

Meléndez llegó a Ecuador a los 22 años, buscando oportunidades laborales que escaseaban en su país debido a la crisis. Hoy su nombre resuena en sets de televisión, alfombras rojas de eventos internacionales y camerinos de estrellas. Su trabajo lo ha llevado a certámenes de renombre como los Latin Grammy, Billboard, Premios Lo Nuestro y los Heat, donde incluso fue cabeza de grupo de maquilladores.

Del restaurante al reality

Cuando dejó atrás su natal Caracas y una carrera como diseñador gráfico, José ya daba sus primeros pasos en el maquillaje. En 2018, fue acogido en Guayaquil por una tía que le ofreció un pequeño cuarto en el norte de la ciudad.

Sus inicios no fueron fáciles. Trabajó como mesero en un restaurante para poder sostenerse, mientras se formaba como maquillador entre Venezuela y Brasil, gracias a una masterclass que ganó como premio. Pero fue en Guayaquil donde su carrera realmente despegó, y por eso profesa un gran cariño por la ciudad que le abrió las puertas.

“Con una compañera que también era mesera empezamos a maquillar. Usábamos una mesa y dos sillas plásticas en mi casa, y poco a poco fue llegando la gente”, recuerda. Dejó el restaurante y se dedicó por completo a su pasión. Hoy su amiga vive en el extranjero, y él sigue creciendo.

Gracias a su técnica, carisma y estilo, se ganó un lugar en el medio artístico local. Impartía clases de automaquillaje en grandes tiendas departamentales y, con el tiempo, su popularidad se disparó. Incluso cuando fue jurado en el reality de belleza Supermodelo, de Ecuavisa, y recibió ataques en redes sociales, no se detuvo: “El problema es de la gente. Tengo más público que me ama”, asegura.

En 2024 decidió partir hacia México para continuar con su crecimiento profesional. La presentadora de Televisa Marie Claire Harp, quien fue su compañera de universidad en Venezuela, lo conectó con el mundo del espectáculo. Así, muchos de sus contratos han llegado por recomendación entre celebridades, algo que valora profundamente.

Laura Bozzo y sueños grandes

Hoy, José celebra que su agenda esté llena de compromisos con figuras del entretenimiento. Uno de los momentos más especiales fue cuando el equipo de la peruana Laura Bozzo lo contactó. “Crecí viéndola, me imponía respeto. Hoy quiere que sea su maquillador principal en sus nuevos proyectos”, cuenta emocionado.

Con ella ha aplicado técnicas innovadoras como los hilos tensores, que refrescan la piel y rejuvenecen sin ser invasivos. En agradecimiento, Laura le dedicó un mensaje público en sus redes sociales.

También trabaja con la influencer y cantante Yeri Mua, quien acumula más de 12 millones de seguidores en Instagram y 27 millones en TikTok. “Aquí en México hay eventos todo el tiempo. Me toca dividir la agenda para poder cumplir con todos”, comenta.

José sueña en grande. Tiene claro su objetivo: “Ser el monarca del maquillaje en América Latina”. Admira el trabajo de colegas como Andrés Felipe Cabrera (MUBA), jefe de maquillaje del Miss Universo, y talentos ecuatorianos como Ariana Taranto, actual competidora del Miss Universo Ecuador, y Fabián Sesen.

Uno de sus sueños pendientes es maquillar a Karol G. Ya la conoció hace cuatro años en los Latin Grammy. “Me dijo: ‘¡Parce, usted sí es guapo!’”, recuerda entre risas. De hecho, lleva tatuado un código QR que redirige directamente a ‘Mientras me curo del cora’, una de las canciones de La Bichota. También ha trabajado con la madre y la mánager de la cantante.

Su talento lo ha llevado lejos, pero lo más importante, dice, es la pasión. “Nunca es tarde para alcanzar los sueños, pero hay que hacerlo con el corazón. Cuando la gente ve que amas lo que haces, te apoya”.

Ni aceptación ni tolerancia

Más allá del maquillaje, Meléndez ha sabido construir una marca personal. Su rostro se transforma en lienzo cuando aparece como su alter ego: un personaje con trajes coloridos diseñados por él mismo, tacones de hasta 10 centímetros y un maquillaje que rompe los esquemas del arte tradicional.

Sus publicaciones en redes sociales atraen a miles de seguidoras interesadas en aprender sus técnicas. “La sociedad aún no está preparada para aceptarlo todo, pero yo no busco aceptación ni tolerancia, solo respeto”, afirma sobre su estilo y orientación sexual.

En julio, José regresará a Guayaquil con una agenda copada. Aun así, compartirá su experiencia en un masterclass de maquillaje para celebridades, donde también enseñará la técnica de los hilos tensores. Y así, con brochas, carisma y visión, José sigue conquistando escenarios, rostros y corazones en toda América Latina.

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