En el mundo del fútbol ecuatoriano, pocas historias han capturado tanto la imaginación y el debate público como la del intento del entonces del expresidente Rafael Correa de nacionalizar al talentoso futbolista argentino Damián Manso, que ganó la Copa Libertadores con Liga de Quito en el 2008, el sueño de Correa era que el "Piojo" jugará en la selección nacional en el camino de Sudáfrica 2010, donde la Tri no pudo ir.

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Este episodio, que mezcla política, deporte y un toque de polémica, no tuvo un final feliz, debido que Manso ahora de 44 años, no le paró bola.

Corría el año 2009 tras la histórica clasificación al Mundial de Alemania 2006, la selección nacional se encontraba en un proceso de reconstrucción, intentando mantener el nivel competitivo en las eliminatorias para Sudáfrica 2010. En este escenario, la figura de Damián Manso,  que brillaba en Liga de Quito, era una posible solución a las carencias creativas del equipo.

Correa, entonces presidente de Ecuador  vio en Manso una oportunidad para fortalecer a la Tri.  Manso tenía visión de juego y capacidad para manejar los tiempos en el mediocampo.

Manso, ahora confiesa en una entrevista con 'Un Toque de Fútbol': "En el Gobierno de Rafael Correa me dijeron para jugar con la selección, pero yo estaba con ese tema de que yo soy argentino y si no juego ahí no juego. En este tiempo me arrepiento porque me hubiese encantado jugar, fui tonto y me llamaron de la presidencia. Me arrepiento muchísimo porque me hubiese gustado participar".

En un movimiento inusual para un jefe de Estado, Correa expresó públicamente su deseo de nacionalizar a Manso, destacando la importancia de contar con jugadores de su calibre en la selección.

El intento de Correa de nacionalizar a Damián Manso para que jugara en la selección  queda como una anécdota en la historia del fútbol ecuatoriano.

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