Jacinto Espinoza recuerda uno de los buenos momentos en la Tricolor en la Copa América. El exportero fue parte de la selección que más lejos llegó en este torneo. Ocurrió en 1993, con el país como sede de la competencia, en la que disputó la semifinal ante México, donde se truncó la ansiada disputa del título.

Chinto contó a EXTRA las vivencias en este evento deportivo, revelando detalles de aquel equipo y haciendo una comparación con el actual seleccionado.

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¿Qué distinguía a la Tricolor de la Copa América de 1993?

Fue una selección similar a la actual. Una generación que había jugado el Preolímpico (1992) y que después fue base para clasificar al primer mundial (Corea y Japón 2002), nos conocíamos todos. Nos mirábamos y sabíamos qué queríamos. Teníamos jugadores con muchísimas condiciones.

Muchos llegamos tras una búsqueda incansable de un Dusan Draskovic. Algunos que jugaban de central los ponían de delanteros, y al contrario como sucedió con Máximo Tenorio. A Robert Burbano que jugaba de volante lo puso de lateral.

¿Qué sintió al integrar aquella selección?

Siempre el apoyo que recibíamos de todos. Yo tuve momentos de titular y suplente. Estaba Jimmy Montanero, Raúl Avilés, Luis Capurro, Nixon Carcelén, jugadores que uno los había visto en televisión y de un momento a otro estaban convocados a un lado nuestro, eso era de muchísimo orgullo, de compartir camerino con esos grandes futbolistas.

¿Qué recuerda de aquella selección semifinalista?

Me queda el sabor amargo de ese partido con México. Nos llegaron dos veces y fueron muy efectivos. Tenían al Pichichi de oro, Hugo Sánchez. Con dos cabezazos en el área nos hicieron el primer gol. Luego en un contragolpe va (Luis) Capurro al cierre, quizás yo pude haber esperado un poco, no lo sé, pero Sánchez con toda su experiencia define de una manera magistral y nos meten el 2-0.

No pudimos avanzar a la final, hubiese sido histórico. La amargura siempre va a estar presente, pero al mismo tiempo el reconocimiento a una gran selección como fue México.

¿Cuáles son las principales diferencias que ve de la Tri de 1993 y la actual?

El único que jugaba fuera del país era Álex Aguinaga, después todos éramos jugadores de la liga ecuatoriana. Todos esos detalles marcan una diferencia cuando se tiene a nivel de competencia un rival como Argentina, Brasil y Uruguay. Hoy, las distancias se han acortado, tenemos jugadores que están en las principales ligas mundiales, por lo tanto estamos en condición de jugar de igual a igual.

El recuerdo de esa semifinal de 1993 nos entusiasma. Hoy tenemos una selección con mucho más recorrido, con mayor envergadura y experiencia. Seguro que con un mejor entrenador podríamos llegar más lejos, pero ojalá me equivoque y (Félix) Sánchez Bas pueda enrumbar a la Tri para conseguir buenos resultados en esta Copa América.

¿Qué opinión tiene del juego impuesto por el técnico Sánchez Bas?

Ecuador hace muchos años dio un paso a la excelencia, la afición exige resultados. Tenemos que ser un poco más agresivos, no podemos jugar sin un hombre de área. Esperemos que las cosas mejoren, pero lo veo muy difícil con un entrenador que me parece se está equivocando. Como hincha de la selección y ecuatoriano espero que el profe Sánchez Bas pueda replantearse un mejor funcionamiento, que sea menos timorato y que ponga un equipo más ofensivo.

¿A qué jugador le hubiese gustado ver en la actual selección?

Yo le daría más oportunidades a un chico como Leonardo Campana, quien viene haciendo goles en Estados Unidos y que muy pocas veces ha jugado con el equipo titular completo en la selección, ahí me gustaría verlo y estoy seguro que tendrá un rendimiento mucho más efectivo.

¿A qué selección la ve como favorita para ganar la Copa América?

Como ecuatoriano quiero que llegue Ecuador lo más lejos, pero lo veo difícil. Creo que entre Argentina y Uruguay saldrá el campeón.

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